En las últimas dos décadas, un enfoque alternativo a llevado a Islandia a reducir significativamente el consumo de bebidas alcohólicas, cigarrillo y drogas entre los adolescentes. Recorrer las calles de su capital, Reykjavik, hoy en día se contrapone con la realidad de hace 20 años. Islandia era uno de los países con mayor consumo de alcohol entre jóvenes y un plan dedicado al deporte lo ha puesto en el primer puesto de la clasificación europea, en lo que respecta a la vida saludable de adolescentes.
Era imposible, hace veinte años, recorrer las calles de Islandia con los jóvenes bebidos y dispuestos a cualquier actitud. Hoy en día, un arduo trabajo de concientización llevó a que se entendiera la importancia de una vida sana, por ello, los jóvenes islandeses pasan sus horas libres con alguna actividad física o cultural.
El porcentaje de menores que han tenido alguna borrachera pasó del 42 por ciento en 1998 al 5 por ciento en 2016. El sistema tradicional de publicidad y charlas explicativas, que ha demostrado fracaso en todo el mundo, se cambió por un trabajo de descubrimientos e ideas para que los jóvenes tomarán conciencia de lo que se estaban perdiendo.
La pregunta sería si es viable utilizar este enfoque alternativo en el resto del mundo. Reforzar los vínculos entre padres e hijos, como también pasar tiempo de calidad y compartiendo actividades fue parte de la reforma que se planteó para combatir este flagelo de la sociedad islandesa. Valorar el deporte y la cultura, junto con las relaciones intrafamiliares, fue parte del enfoque alternativo que tuvo Islandia para frenar la decadencia entre adolescentes y ser el mejor país europeo en calidad de vida de jóvenes.
FUENTE: El País
