En agosto de 2010, el canciller argentino Héctor Timerman anunciaba la posibilidad de ir a la justicia por la construcción de una represa que podría afectar la cuenca del Río Uruguay. Dos empresas arroceras, una propiedad de George Soros y otra de un accionista del Grupo Clarín, estaban involucradas en esta violación del tratado binacional.
Este conflicto medioambiental y jurídico, que preocupó al gobierno uruguayo, tenía a la represa Ayuí Grande como violadora del Tratado del río Uruguay, según explicó el canciller argentino de ese momento. El objetivo de Soros y José Aranda, el accionista del principal multimedio argentino de comunicación, era inundar una 8000 hectáreas para beneficiar su emprendimiento arrocero.
Timerman y Luis Almagro, canciller uruguayo, mantuvieron conversaciones en su momento para llevar acciones en conjunto y evitar esta violación del tratado, que contaba con el magnate Soros involucrado y queriendo introducir más de sus millonarios negocios en la región. Defensor de la migración masiva en Europa, el dinero para la promoción y sustentación de su ideología en Europa sale de sus ganancias en Sudamérica, donde poco le preocupa el medio ambiente y el respeto de los tratados internacionales.
FUENTE: LA NACIÓN
