Testimonio directo de un residente de Colonia, Alemania sobre los ataques sexuales de musulmanes y la crisis migratoria

Alemania
La preocupación sigue creciendo entre la población Alemana a pesar de la censura de los medios y las redes sociales.

Aquí compartimos la traducción de una entrevista a un residente de la ciudad de Colonia, en Alemania, localidad que fué escenario de ataques sexuales masivos en vísperas de año nuevo, durante los que entorno a 1000 mujeres alemanas fueron acosadas sexualmente y 1 o 2 violadas por un grupo organizado de inmigrantes musulmanes, árabes y norafricanos.

Contanos un poco sobre vos y tu reacción respecto a lo que se está viviendo allí.

Mi nombre es Hank. Me mudé a Colonia para vivir con mi esposa e hijos y para criar a mi hija chica en un entorno tranquilo y seguro.

Este último año cambió completamente el país que creía conocer.  Pero si decido irme, ¿A dónde me podría ir? Aparte de que sería muy difícil convencer a mi esposa de dejar a su familia y amigos atrás, los alemanes tenemos un arraigo muy fuerte a la tierra en la que vivimos. No es fácil mudar toda tu vida, especialmente una vez que te estableciste con esposa e hijos.

¿Los ataques sexuales son un tema del que se sigue hablando?

Depende de dónde lo mires. Si te fijás en las redes sociales, con esto de la censura de Facebook, con la visita de la Policía que reciben quienes expresan una visión crítica sobre la política migratoria, la gente tiene mucho cuidado con lo que dice en las redes sociales. Pero no conozco a nadie que por una forma u otra no esté recibiendo noticias de mujeres que son violadas, manoseadas o niños que también ahora están aparaciendo casos de niños varones que son molestados sexualmente por estas personas. Entonces, es imposible ocultar lo que está pasando.

Por otro lado, los medios principales… casi que no los sigo ya. Pero por lo que escucho y veo, es que se reporta una o dos veces, pero lo que ocurre es que siempre se trata de la misma bajada de linea, diciéndole a la gente que todo va bien y que debemos continuar en este camino, y que no deberíamos ser todos «nazis». Una posición que busca cambiar los hábitos, e insulta a la población. Esta es la situación en la que estamos ahora.

¿Entonces todo el que tenga dudas sobre la conveniencia de importar un millón y medio o más personas de una cultura totalmente distinta, algunos de los cuales acosarán sexualmente y violarán a las mujeres locales, es considerado un nazi, un racista, una mala persona y debe básicamente callarse y someterse?

Si. Básicamente es eso lo que se ve en los medios. Porque es un tema caliente.

¿Se entiende que no son todos los inmigrantes los que cometen estos actos de violencia étnica y sexual contra la población local?

Si, si. Perfectamente. El otro día estaba sentado con un Sueco y un Iraní o Persa, y ambos estaban shockeados completamente por esto que está pasando y la clase de gente que estamos aceptando. El otro día sobreoí una conversación entre un conductor de ómnibus turco y lo que parecía ser un amigo y comentaban lo horrible de la situación y estaban preocupados porque los alemanes no hacían nada, comentaban que «hasta que no les toque a ellos», en particular, no mueven un dedo para pelear contra los políticos. La gente trata de ignorarlo, o le cree a los medios. El otro día un conocido, su hija fué manoseada hace poco, pero él todavía repite esto de que «No debemos ser todos nazis» como si enojarse por algo como esto te convirtiera en una mala persona. O sea, UN PADRE, cuya hija fué manoseada, no se deja a si mismo expresar la ira que debe sentir, por la mordaza que la corrección política le ha impuesto. Es díficil para mi hablar de esto, porque es un tema candente y difícil, porque me defino como un libertario, y en un mundo perfecto no tendrían por qué existir países, pero de un lado y del otro no hay término medio. O piden cerrar las fronteras o quieren continuar con este desastre. Parece que nadie se detuviera a pensar si es lógico darle asilo a todo el que lo pida sin ningún tipo de chequeo como se está haciendo. Es una locura total. Yo estoy al borde de no poder lidiar más con estos eventos. He vivido acá toda mi vida, celebré la llegada del 2000 en Colonia, y el mayor miedo que teníamos en aquel momento fue no encontrar un buen lugar para mirar los fuegos artificiales. Eso era lo peor que me podía pasar en aquel momento. Como ves, es un poco diferente ahora.

¿Qué piensa tu esposa?

Ella tiene miedo. Hablo acerca de estas cuestiones con ella, y eso me ha hecho más consciente de estas cosas. También tengo una hija, que ahora tiene un año y un mes, y es una hermosura realmente. Pero yo ahora no tengo solo que ser el responsable de que tenga para comer, de que tenga un techo sobre su cabeza, sino que también soy el responsable por su seguridad. Como todo Alemán, estoy totalmente desarmado, y confío a la vista de estos hechos quizás un poco inocentemente en el estado para ¿protegerme, supongo?, pero todo lo que escucho desde ese estado son insultos contra su propia población. Entonces ¿Qué hago? Si me voy, ¿A dónde voy?, si me quedo, ¿Qué hago?

¿Qué piensa el resto de tu familia?

Mi madre, bueno, tiene mucho miedo. Incluso se mudó lejos de la ciudad para tener un poco de tranquilidad y apartarse de esto. Mi padre optó por ignorarlo básicamente. Y la familia de mi mujer, he tenido algunos encontronazos con su padre, porque digamos que él es más conservador que yo en este sentido y cree mucho más en la versión de los medios, por lo que decidimos hace un tiempo no hablar más de política cuando nos encontramos con ellos. En general la gente trata de seguir con su vida lo mejor que puede y evitar esto.

 

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