Ya no criamos princesas pero tampoco guerreras

No soy madre, es cierto. Pero veo a mi prima (segunda para ser exactos) de 9 años crecer sin figura materna ni paterna. Sin Facebook ni Whatsapp.

Es una niña muy dulce, que no sabe hacer la agachadita ni tiene la última moda en ropa pero que sale todas las tardes a andar en bicicleta en lugar de esperar a que comience la novela, quien a pesar de que las personas que la estan criando no terminaron la escuela ella se esfuerza todos los años y pasa con notas excelentes.


Se la educa en valores y no en popularidad. Y sin dudas no es la niña mas popular de la cuadra, no sabe los últimos temas de Maluma pero sí se le enseña inglés y portugués. No se la deja dormir en la casa de un vecino pero juega a la escondida en el jardín.

La popularidad hoy en dia se basa en tener al menos 2000 seguidores y tener solo 50 «me gusta» en la foto de perfil es motivo de depresión desde pequeños.

Quien asume la responsabilidad de ser padre debe serlo. Los padres no son amigos. Los hijos no son la sustitución de una relación de pareja. Mucho menos un recurso para llamar la atención. ¿Son una bendición? Si, siempre y cuando no quede como una simple frase en Facebook junto a una foto haciendo «trompita» o una foto mirándose a los ojos cual un par de enamorados. Siempre y cuando se los motive a ser niños, a reír a carcajadas, a jugar sin competir… y se respete que son niños. Así deben de vivir sin quemar etapas.

Estamos continuamente exponiéndolas en la redes. Cada vez hay menos fotos de niñas sonriendo o jugando en el pasto y más niñas en poses sensuales y bailando reggaetón. Si vas a tener un perfil con fotos donde expones tu cuerpo, donde no conoces al 80% de tus seguidores…. No mezclen los tantos. Respeta su infancia y su imagen.

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