Con la elección de Trump, el feminismo y la ideología de género pierden uno de sus principales centros de poder

"Mujeres asquerosas contra Trump"
Manifestante Anti-Trump sostiene una pancarta en la que se lee: «Mujeres asquerosas contra Trump»

Uno de los principales centros de poder, además de los diferentes organismos de la ONU y la Unión Europea, desde los que el feminismo ha venido ejerciendo su influencia sobre el mundo hispano, ha sido el gobierno de Estados Unidos.

La izquierda estadounidense, el feminismo y el Lobby LGBT.

El feminismo es un movimiento que, a pesar del oportunismo fraticida de algunos políticos «de derecha», forma parte integral de la izquierda, y del ala radical de la misma.  El partido demócrata, la izquierda en Estados Unidos, no es la excepción. Este partido ha sido el ambiente natural del feminismo estadounidense en la política. La organización abortista Planned Parenthood, ha sido impulsada por este partido. Las medidas de «acción afirmativa» y los planes sociales orientados específicamente a obtener el voto clientelar femenino, también.

Fue el partido Demócrata, el que ha empujado por la legalización del matrimonio homosexual y la imposición de los baños transgénero. Dos políticas impulsadas por el lobby LGBT, a las que el partido Republicano, recién llegado al gobierno, se ha opuesto testarudamente.

La llegada de Trump y el feminismo destronado

Durante los dos términos de la presidencia de Obama, el feminismo también ha infiltrado y utilizado la inmensa red diplomática estadounidense, y el alineamiento del gobierno estadounidense con el movimiento, para promover su agenda en el exterior.

Con la llegada de Trump a la presidencia, puede que esto siga pasando, pero enfrentará un contexto sumamente hostil hacia la interna estadounidense en comparación al que vive ahora.

Esto, no solamente porque estará Trump en la presidencia, sino porque el partido Demócrata ha perdido, aparte del control del ejecutivo, el de ambas cámaras del poder legislativo, y cuando Trump nomine ministros conservadores para la corte suprema, la derecha, desde los conservadores como Ted Cruz hasta la derecha alternativa de Bannon, controlará los 3 poderes del estado, con el cuarto poder (la prensa), rodeada, apresurándose para hacer las pases con Trump y lo que parece haberse convertido, de la noche a la mañana, en una nueva hegemonía.

¿Qué representa esto para nosotros?

Esta es un arma de doble filo. Por un lado este fuerte control institucional brinda a Trump una oportunidad única para echar por tierra con los planes que los lobbies demócratas (Feministas, LGBTs, Fronteras abiertas, Islamistas) venían ejecutando a través de los políticos títeres que Estados Unidos ha tenido hasta ahora y que gran parte de Europa sigue teniendo.

Pero por otro lado, con gran poder, vienen grandes responsabilidades, y dentro de los sectores que apoyan a Donald Trump, también hay potencial para el extremismo, la impunidad, la violencia y la barbarie. Ciertamente en este momento, la izquierda global sigue siendo mucho más peligrosa en este sentido. Pero un control tan fuerte sobre una superpotencia mundial, representa una condición de poder que se puede prestar fácilmente al abuso.

Pero a su vez, todo parece indicar que se vivirá un renacimiento moral a consecuencia de esta verdadera revolución que el ascenso de Trump ha representado. No queda ninguna duda, de que es mucho lo que ha cambiado, lo que necesitamos que nos diga el tiempo, es qué consecuencias específicas nos traerá ese cambio.

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