El bizarro comportamiento de Hillary Clinton arroja dudas sobre su salud mental – Paul Joseph Watson

¿Cuál puede ser la razón detrás del bizarro comportamiento de Hillary Clinton? En las últimas semanas hemos visto reacciones psicóticas, con tics faciales sobreexagerados, ataques de tos, extrañas lesiones en su lengua. ¿Está Hillary al borde de un colapso mental, o su extraño comportamiento está vinculado a un problema de salud? ¿Clinton está sufriendo de un verdadero daño cerebral o son estas manifestaciones sólo una expresión de algún tipo de desorden de personalidad narcicista?

Hablé en privado con psicólogos y psiquiatras para tratar de responder estas preguntas, y aquí está lo que me respondieron.

Sabemos que Hillary tuvo un desmayo y se golpeó la cabeza en 2012, por lo que se le produjo y coágulo de sangre en su cerebro. En casi la mitad de las personas que sufren estos accidentes, hay efectos colaterales y problemas neurológicos, según el neurólogo Daniel Cassie.

Hillary padece un síndrome post contusivo y no puede tolerar entornos estresantes. Los expertos me han dicho que este material probablemente muestra a Hillary padeciendo de un leve síndrome de Jackson, causado como un efecto adverso por el coágulo de sangre.

Observen cómo el entrevistador está sorprendido por su comportamiento y cómo Hillary trata de hacerlo parecer una broma, pero luego continúa sufriendo el síndrome. Observen cómo esto fue causado por mucha gente hablándole a ella al mismo tiempo, lo cual es una causa conocida de este tipo de ataques.

¿Es esta la razón por la que Hillary se niega a dar conferencias de prensa? Vemos problemas similares en este material. Los movimientos desordenados de sus ojos, la sobrerreacción ante los estímulos externos, la extraña y prolongada ida al baño en medio de un debate televisivo, que los expertos describieron como una consecuencia de los problemas causados por su daño cerebral.

Hay informes que dicen que ella apenas puede pararse tras dar un discurso. Este ataque de tos es otro de los efectos del daño cerebral. Dificultad al tragar, ahogarse, una voz incomprensible, son todos efectos colaterales de los ataques cerebrales. Adivinen qué otro efecto hay de los ataques cerebrales. Ráfagas de risas espontáneas que duran más de lo que es socialmente aceptado.

Algunos aspectos del comportamiento extraño de Hillary pueden ser explicados por el coagulo de sangre, pero otros pueden ser una manifestación de su personalidad notoriamente inestable, e incluso del abuso de drogas. Sus repentinos y desproporcionados brotes de furia fueron confirmados por antiguos agentes del Servicio Secreto, manejadores de K9 y los propios asesores de su campaña.

Un asesor de campaña dijo al New York Post que Hillary comenzó a gritar e hizo berrinches infantiles que dejaron a los miembros del equipo llorando y sin poder trabajar. Cuando algo sale mal, ella se descontrola, en lugar de pensar cuál es el problema para tratar de solucionarlo.

Cuando era Primera Dama, Hillary golpeó en la cabeza a un agente del Servicio Secreto con una Biblia. El agente dijo que la Casa Blanca en el gobierno de Clinton era como un campo de batalla, y el presidente apareció una mañana con un ojo morado para demostrarlo. Incluso hubo que darle tranquilizantes a Hillary para calmarla.

Sus ráfagas de furia probablemente estén vinculadas a dos años de un persistente abuso de drogas. Su susceptibilidad rabia cuando está bajo estrés también explicaría la completa falta de conferencias de prensa y por qué en su campaña se arman muros humanos para alejar a los periodistas.

Hillary puede estar también en el espectro del autismo. Prácticamente no tiene empatía por otras personas. Un experto me dijo que Hillary tiene autismo de alto funcionamiento, con un tendón de sociopatía. Esto explicaría las expresiones exageradas para compensar lo que los psiquiatras llaman analfabetismo emocional. ¿Puede ser esto aquello por lo que sus esfuerzos por conectarse con otra gente parecen tan forzados, tan insinceros?

Incluso hay especulaciones sobre que ella puede haber contraído sífilis del adicto al sexo Bill Clinton, lo cual puede explicar la lesión aparente en su lengua. Además, están los lapsos de memoria, sobre los que Huma Abedin dijo que Hillary frecuentemente está confundida. Las mentiras sobre estar bajo fuego de francotiradores bosnios, las mentiras sobre el escándalo de su email, todos son signos de un deterioro cognitivo, de un desorden de personalidad, o ambos.

Todo esto ocurre mientras la campaña de Clinton asegura que sus únicos problemas son alergias e hipertiroidismo. Hillary puede estar incapacitada mentalmente o ser incapaz de manejar el estrés, incluso antes de tener el trabajo más estresante en el mundo.

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