La derrota – por Martin Alcala

Hay gestos de furia, de angustia.
Hay llantos, hay reacciones y amenazas de venganza.
El neofeminismo militar ya anuncia acciones terribles contra el machirulaje.
No consiguieron su trofeo.

Hoy, una mujer escribe aquí la frase…»seguiremos abortando y muriendo».
Leído así pareciera que lo van a hacer a propósito para contrariar al patriarcado.
¿No será demasiado burdo?
Digamos, si el aborto fuera legal y les saliera gratis, lo cual me parece bien, cambiaría muy poco en todo esto.
Porque la conveniencia de prevenir seguiría siendo la misma.
¿O acaso alguien puede creer que es menos angustiante la sala de espera de un hospital que la de un consultorio privado?
¿O que duele menos la reacción hemorrágica del misoprostol si lo garpa otro y no la interesada?

Pareciera que han tomado esto como un objetivo de poder político y no como un elemento facilitador para algo que en definitiva no debería ocurrir.
Pues entonces pongamos ideas constructivas ante la derrota.

¿Y si ahora, en lugar de proponer «seguiremos abortando y muriendo», juntaran toda esa energía y esa furia y salieran a hacer manifestaciones con la consigna «sin forro, hoy no»?
Imagínelo.
Todo un grupo inmenso, miles de mujeres comprometidas, con sus pañuelos verdes, convenciendo al resto de evitar los abortos con un pequeño esfuerzo a realizar durante cuatro días cada veintiocho.
Y de paso, reduciendo las enfermedades.
¿No sería más productivo?

¿O acaso debemos llegar a la conclusión de que lo único que les interesaba era reforzar su poder y la salud pública femenina era sólo un pretexto que no les importaba un pito a la vela?

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