La «emergencia por femicidios»: ¿Otro intento feminista de extorsionar emocionalmente a la sociedad para obtener más fondos e influencia política?

Fotografía: Lu Surroca (Flickr https://www.flickr.com/photos/lusurroca/15857562116 )

Solo durante los primeros 6 meses del 2017, se habían cometido 130 homicidios en Uruguay. Anualmente durante los últimos años la cifra de homicidios anuales se aproxima a los 300 homicidios anuales. 300 vidas que se pierden año a año, 300 muertes violentas que se barren bajo la alfombra.

Los homicidios que se llevan estas 300 vidas al año,  y que nos afectan a todos, independientemente del sexo. han crecido exponencialmente durante los últimos años:

Los «femicidios», que según el movimiento feminista deberían declararse como «emergencia nacional», han pasado de entorno de 20 a 30 este año. 10 veces menos que los homicidios. ¿Por qué habría que considerar emergencia a esto y no a los homicidios?

Habría que preguntarle al movimiento feminista: ¿300 vidas no son 10 veces más importantes que 30? ¿Por qué para ustedes la vida de una mujer vale más que la vida de cualquier otra persona?

Recordemos también, que el volumen de «femicidios», permanecía relativamente estable antes de la escalada política feminista de los últimos años. Hoy, las reformas inspiradas por la ideología de este movimiento están mostrando sus primeros resultados. Pero lejos de reducir los índices de violencia contra las mujeres, los resultados que vemos son lo contrario. Las políticas de inspiración feminista, y el constante bombardeo propagandístico que las acompaña, supuestamente orientados a «prevenir la violencia contra la mujer», acaban por fomentarla nuevamente (como ya ocurrió en Suecia o España).

Hoy una nota de El País redacta que 30 mujeres fallecieron en 2017 «por ser mujer». La Red contra Violencia Doméstica dice que el sistema «colapsa» y piden «emergencia por femicidios».

Como dice Ramiro Piedrabuena en su Facebook:

Vamos a hacer la pregunta que corresponde de una vez por todas. ¿Las personas que leen la realidad de acuerdo al género de las víctimas, quieren terminar con los asesinatos o quieren más presupuesto y recursos para sus plataformas, que en definitiva no modifican nada?

No sería la primera vez que desde la política se fomenta cínicamente el sufrimiento y la miseria de quienes supuestamente se representa para obtener un rédito propio en dinero y poder.

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