El feminismo pro-sex llega a Uruguay: «No estamos de acuerdo con el feminismo radical»

Feminismo y MisandriaMinerva Clarke, estudiante de derecho y administradora de la página Feminismo Pro-Sex, se declara en su cuenta de Twitter como adicta a Internet, a escribir, al Cosplay, una subcultura de trajes y accesorios centrada en la interpretación de roles, al arte, el BDSM, una sigla vinculada a sexualidades no convencionales o alternativas, y los videojuegos. Es colaboradora en el blog Catarsis y efecto.

¿Cómo surge este movimiento o corriente alternativa?

El Feminismo Pro-Sex, también conocido como Feminismo anti censura, tuvo su primera aparición en la década del 80, y surgió como respuesta a los movimientos feministas anti-pornografía, los cuales veían a los filmes porno como una forma de opresión hacia el género femenino, y por ende una apología a la misoginia.
Este sector del feminismo pretende reivindicar la libertad sexual de la mujer; esto es, que siempre y cuando la mujer decida libremente qué hacer con su cuerpo y su sexualidad, el solo hecho de tomar estas decisiones es un acto feminista per se. Mientras que la mayor parte del feminismo, si bien en sus discursos defienden la autonomía sexual femenina, condena a la mujer que decide por sí misma ser actriz porno, practicar BDSM, ejercer la prostitución de manera independiente, ser modelo erótica o de webcam, o decidir alquilar su vientre, entre otras cosas.

¿Por qué la creación de un sitio para seguir esta rama del feminismo?

Siempre me consideré una mujer liberal y sin tabúes sexuales, y nunca tuve problemas en admitir, por ejemplo, que miro porno. Así conocí el blog de Amarna Miller, donde en una entrevista decía que ella se consideraba feminista aunque muchas feministas la odiaran, diciendo que su trabajo y ser feminista eran una contradicción.

Entonces dijo algo que me llamó la atención: que se consideraba feminista Pro-Sex. Entonces me puse a investigar sobre el asunto y me encontré con personas como Doctora Glas, que en su Twitter mostraba su afición por un feminismo «poco ortodoxo». Después encontré personas como Camille Paglia, Nina Hartley, Wendy Mc Elroy, entre otras. A algunas de ellas ya las conocía, y si bien no comparto sus pensamientos a un 100%, valoro su feminismo autocrítico e inclusivo de ambos géneros, cosa que no es nada común.

Ya que me había sido un poco complicado encontrar material en la red, junto con una amiga (que es trabajadora sexual) creamos esta página en Facebook. Poco tiempo después se nos sumó un amigo, por lo que hoy en día la página es mixta.

Y si bien por temas de trabajo y estudio no tenemos tanto tiempo, intentamos nuclear lo que vamos encontrando, no sólo sobre el Feminismo Pro-Sex sino de todo lo que salga de la norma del feminismo actual.

¿En que busca diferenciarse o marcar diferencias con la corriente Feminista tradicional?

La mayoría de los sectores feministas sostienen que el modelo de mujer sexualmente liberal es un modelo impuesto por el patriarcado (término que tampoco me gusta demasiado). Que tanto la publicidad como el cine bombardean a la mujer para adoptar este modelo. Puede ser sí, pero también nos inculcan el modelo de mujer madre, que ama a los animales y que es casta, pero no veo que se proteste con tanta efervescencia ante esto, cuando es cierto que hace mucho más daño. Nosotros pensamos que las mujeres somos suficientemente inteligentes como para decidir qué es lo mejor para nosotras, y que los feminismos actuales tienen una actitud paternalista que infantiliza a la mujer adulta y consciente.
Seguramente habrán escuchado la expresión «Ni santas ni putas», insignia del feminismo radical; cuando ya el hecho de tratar de «putas» a las mujeres que deciden hacer algo distinto a lo establecido para con su cuerpo, pienso que es un acto misógino en sí. Tampoco estamos de acuerdo con el hecho de que, por extensión, se estigmatiza al hombre que mira pornografía, paga por sexo , tiene relaciones casuales o mira a una mujer atractiva en la calle. Claro que nosotros, y el Feminismo Pro-Sex en general, estamos en contra del acoso pero no consideramos que una mirada o un piropo sean acoso.

¿Hacia dónde debe apuntar el feminismo en la actualidad y pensando en años venideros?

Esto no deja de ser una opinión personal obviamente, pero creo que el Feminismo en general debería apuntar a la igualdad real y a trabajar en conjunto entre ambos géneros. Se supone que en eso se basaba el Feminismo originalmente, pero últimamente veo muchas feministas que ven al hombre como enemigo natural.

Y realmente no creo que deba ser así: hay mujeres buenas y malas, y hombres buenos y malos. Para mí el problema que tiene el feminismo hegemónico es que ya asume que ser hombre es sinónimo de ser machista, y ni siquiera dan el beneficio de la duda ante nada. Entonces se hace cuesta arriba luchar por la igualdad, cuando desde la base ya se está presentando a la mujer como víctima y al hombre como victimario.

Lamentablemente, muchas (y muchos) lo ven como una «guerra» de géneros, y todos sabemos que las guerras siempre empeoran las cosas en lugar de solucionarlas.

¿Qué críticas tienen hacia la sociedad actual y la mirada sobre la mujer moderna?

Bueno, el término «mujer moderna» es relativo… Pero primero que nada señalaría que hay mucha hipocresía. Nos declaramos liberales y tolerantes, pero temas como el sexo siguen siendo tabú. Por ejemplo, aprobamos el matrimonio igualitario y vamos a marchas de la diversidad, pero siguen habiendo casos de homofobia, de violencia, y todavía muchos no pueden declararse homosexuales porque pueden perder el trabajo, o cosas así.

Lo mismo pasa con el racismo, y con cualquier tipo de discriminación. Y sí, hay mucha discriminación hacia la mujer, pero por parte de las mismas mujeres. Yo personalmente, y unas cuantas mujeres con las que hablé, los comentarios o actitudes más misóginos los he recibido de otras mujeres y nunca de un hombre.

No recuerdo que me hayan dicho cosas como «Andá a lavar los platos», pero sí recuerdo muchas veces que otra mujer me haya llamado «Puta».

Creo que el Slut-Shaming es una de las más grandes disputas dentro del feminismo. El Slut-Shaming es el acto de llamar «Puta» o «Zorra» a otra mujer por su forma de vestir, su vida sexual o su trabajo. Y sí señores, la mayoría de las que hacen esto son mujeres. Entonces es muy difícil luchar contra cosas como la violación, cuando una supuesta feminista está diciendo prácticamente lo mismo que la típica frase «Y sí, mirá cómo iba vestida…».
También hay rechazo hacia las mujeres feministas que cuidan su cuerpo o su imagen, porque eso es «para atraer a los hombres»… Bueno, si soy una mujer heterosexual es lógico que me interesen los hombres, la raza humana no está exenta de los rituales de apareamiento típicos de la naturaleza… Me pregunto qué piensan cuando la mujer que lo hace es lesbiana, o es un hombre homosexual. O una persona transgénero (que también son discriminadas en muchos sectores) ¿También es la mujer, subyugada a esta sociedad falocéntrica? Supongo que sí.

¿En dónde creen que el feminismo se pudo haber equivocado el camino? pensando en que dio la posibilidad a corrientes alternativas y diversas de pensamiento

Recuerdo que hace unos años, cuando me preguntaban si era feminista, decía que no. Porque si bien se supone que el Feminismo no es «igual que el machismo, pero al revés», las cosas que escuchaba y leía me hacían dudar. Veía demasiado doble discurso. Tristemente muchas mujeres están cruzando la línea entre feminismo y misandria, por lo que es muy fácil que la gente que no sabe mucho del asunto, se confunda (como fue mi caso). Y sí, algunas ya cruzaron esa línea hace rato.
Se supone que el Feminismo debería luchar por la igualdad. Se llama «Feminismo» porque es verdad que a lo largo de la historia, las mujeres hemos sido oprimidas, y lo que se buscaba era recuperar el equilibrio. Pienso que en la actualidad eso ha cambiado considerablemente, aunque falten cosas por hacer, como por ejemplo que aún las mujeres ganemos menos por hacer el mismo trabajo que un hombre. Pero veo que últimamente y cada vez más, los movimientos feministas actuales parecen preocuparse más por otros asuntos que por lo que realmente importa, desacreditándolo. Al menos los movimientos que tienen más difusión, que son en su mayoría de tendencia radical.
No estamos de acuerdo con el feminismo radical, ya que parte de la premisa de que el patriarcado es el culpable de todo. Y en realidad, aunque a muchas les moleste y lo nieguen, muchas veces la culpa es de muchas madres que educan a sus hijos de forma machista.
Y el gran problema es que tampoco reconocen siquiera que exista la misandria, gran error. Y lo triste es que muchas de ellas también son misóginas. Sí, misóginas, contra las mujeres que no piensan igual que ellas, y contra las que las llaman a la autocrítica.

Hay un grupo en Facebook del movimiento feminista uruguayo, donde alguien puso una especie de cartel de advertencia sobre un supuesto violador, noticia que por cierto no se había visto en ningún otro lado.

Otra persona y yo preguntamos si esa noticia estaba confirmada, para no difundir algo sin pensar, como con cualquier tipo de información, se corrobora la fuente antes de publicarla y/o difundirla.

Nos acusaron de machistas, se burlaron de nosotras y nos borraron los comentarios. Muchas personas están tan cegadas con el feminismo radical, que ya asumen que todos los hombres son potenciales violadores o pedófilos, y no tienen el beneficio de la duda. Si era verdad eso sí, hay que escracharlo… ¿Pero si no lo son, y le estamos arruinando la vida a alguien?

Un rato después volví para sacar un screenshot, y el post había desaparecido.

¿Cómo es su relación con los hombres? ante el feminismo tradicional y la crítica pura con el sexo masculino

Pensamos que hombres y mujeres biológicamente somos distintos, y que «distinto» no significa ni «mejor» ni «peor». Es muy absurdo pensar que somos idénticos, no obstante hay cosas que podemos hacer ambos sexos por igual. Y tener igualdad de condiciones sociales es independiente de nuestras diferencias estructurales como género.

Como somos un sector del feminismo liberal, no vemos al sexo como forma de opresión. Tampoco pensamos que haya prácticas o hábitos sexuales que sean «machistas», porque pensamos que mientras sea algo consensuado nada tiene que ver con machismo ni opresión. Muchas feministas (cada vez más) parecieran buscar la demonización del hombre cisgénero heterosexual, y eso es lisa y llanamente misandria. Si el feminismo lucha porque las mujeres no seamos estigmatizadas, no deberíamos estigmatizar nosotras tampoco.

Asumir que la mujer es buena madre por ser mujer, también es sexismo. Minerva Clarke

Otra de las cosas que me hacen ruido, es cómo ven el asunto de la paternidad y que se nieguen a aceptar la custodia compartida. Hace un tiempo me tocó ver bien de cerca dos casos en los que el padre era quien se ocupaba de los hijos, y la madre dejaba mucho que desear. Y lamentablemente, la justicia la mayoría de las veces falla a favor de la madre sólo por ser mujer.

Por suerte en estos casos en particular, uno se resolvió sin mayores problemas y el otro sigue en vueltas, pero asumir que la mujer es buena madre por ser mujer, también es sexismo. Pero como es un privilegio, nadie protesta. Los privilegios son malos, no sólo cuando nos conviene. Hay malas madres y buenos padres también, y negar esto me parece muy necio. Más cuando es a costa de un niño que no tiene nada que ver, y está en el medio de una guerrilla de géneros y privilegios disfrazados de «derechos».

¿Cómo se combate o se puede modificar el estereotipo de la mujer feminista, y apuntar a una luchadora a la igualdad por sobre la idea de anteponerse al sexo opuesto?

El principal problema es que, en todo el mundo pero pareciera darse más en Latinoamérica, da la impresión que siempre primara la ideología más extrema sobre la heterogénea. Supongo que es porque el grueso de la población mundial generalmente no es muy adepto al juicio crítico y a cuestionarse mucho las cosas, y menos en estos tiempos que corren. Es más fácil escuchar al que grita más fuerte y aplaudirlo, que ponerse a analizar con detalle su discurso. La sociedad tiende a «futbolizar» todo, ya sea en asuntos políticos como sociales. Y si alguien presenta una crítica, ya es el enemigo.
Bueno, puede ser muy frívolo el ejemplo de la nueva versión de Ghostbusters, pero creo que es un reflejo de esto que planteo. A muchas personas la película nos parece mala, por distintas razones, que pueden ser: la actuación, los chistes, la estética, el hecho de que hagan una remake de un clásico de los 80’s… Bueno, muchísimas y diversas razones. ¿La única razón que nos adjudican para no querer ver la película? Que somos sexistas. Y esa falacia es algo que se repite constantemente en cuestiones de género: te tiene que gustar porque hay mujeres, o está hecho por mujeres. Si no, sos un cerdo machista y en el caso de nosotras, traidoras del género.
Supongo que la manera de combatir este estereotipo es llamando a la gente al juicio crítico, cosa que lamentablemente veo difícil por lo que mencionaba anteriormente. Y porque sectores como el nuestro, no tienen casi alcance comparado con los sectores más radicales.

¿Se puede trabajar sobre la misandria, para que haya un nuevo concepto entre los dos sexos; o los conceptos que vienen de otras décadas siguen inculcándose en las nuevas corrientes feministas?

Bueno, es en parte lo que hablaba antes sobre la custodia compartida, por ejemplo. Yo creo que darle ciertos privilegios a la mujer sólo por ser mujer, es seguir infantilizándola y tratándola de frágil, irónicamente cuando se pretende reivindicar lo contrario.
Siempre pienso en uno de los puntos de inflexión entre el feminismo y la misandria, que es el tema del acoso callejero. Puede pasar que a mí personalmente no me guste que me digan «Hola, bonita» cuando voy caminando por la calle, pero no por eso voy a decir que eso sea acoso. El problema es cuando el piropo pasa a ser agresión.

De cualquier manera, creo que la situación es extrapolable a cualquier ámbito de la vida: tanto si sos hombre como mujer, no está bueno que alguien te increpe en la calle o en tu trabajo, te diga todo tipo de groserías, te siga hasta tu casa o te violente. Pero si no es violento ni agresivo, la otra persona está en su derecho de mirar a alguien si le atrae. El ser humano es un ser sexual, no podemos negar ni reprimir eso. Los tiempos han cambiado, por suerte, y deberíamos dejar de demonizar ciertos comportamientos que son típicos del cortejo sexual, y no confundirlos con hostigamiento que son dos cosas distintas.
Creo que el problema es que hay mujeres que ya consideran acoso o violencia al mero deseo sexual, como si sentirse atraído por alguien ya fuera violencia. Por supuesto que hay casos y casos, y también es entendible que hay mujeres que están cansadas de que las violenten y por eso se encuentran más susceptibles, pero en general no creo que sea constructivo responder a la violencia con más violencia.
Y por supuesto que también repudio la violencia en caso de que la mujer haya dicho que no le interesa, y el hombre siga insistiendo. Un no es un no. Aunque esto también es extrapolable a ambos géneros.
Parece que hay cosas que con el tiempo se han polarizado más. Y sí, supongo que en parte el movimiento feminista hegemónico acarrea con conceptos más arcaicos y no ha podido homologarlos con la sociedad actual. Por eso el surgimiento del feminismo liberal, entre otras cosas. Y con él la disputa interna feminista de nunca acabar.

¿El feminismo, con todas las corrientes o ideologías que puedan existir, puede llegar a trabajar en conjunto para alcanzar mayores logros sin tener como eje la disputa, tanto interna como hacia el varón?

Quisiera creer que sí, pero lo veo muy difícil dado el nivel de fanatismo de muchas personas dentro del movimiento. Además en algunos asuntos no hay matices: se está a favor o en contra del aborto, se busca la abolición de la prostitución o no se busca, etc.

Entonces en algunos temas directamente no se va a estar nunca de acuerdo. Sí se podría trabajar en base a lo que sí compartimos, dejando de lado nuestras diferencias. Pero creo que tanto en la interna como hacia el género masculino, falta mucha tolerancia. Muchos confunden la tolerancia con darle la razón al otro. Y no, yo puedo respetar las ideas de la otra persona sin dejar de defender las mías.

No se puede generalizar a todo el sexo masculino porque algunos de ellos son violentos. Minerva Clarke

Yo por ejemplo defiendo el «Not all men», ya que si dicen que por ejemplo un hombre es violador, no significa que todos lo sean. El problema es que muchas se escudan en la falacia de que «Estoy diciendo que como Fulano no es violador, los demás no pueden serlo». Y nada más alejado de la realidad. Lo que se está diciendo es que no se puede generalizar a todo el sexo masculino porque algunos de ellos son violentos.

Y además, que sería positivo centrarse en los hombres que no son machistas ni violentos, centrarse en la parte que nos favorece. Porque es obvio que no vamos a cambiar a todos los hombres, ni a todos los hombres a la vez.
El problema con cualquier ideología, creo que es cuando deja de someterse a la autocrítica. Creo que todos, tanto como individuo como ideología, cada tanto tenemos que someternos a la autocrítica para ver en qué podemos mejorar, qué podemos cambiar.

El ser humano que no se cuestiona nada, no evoluciona. Y ahí es cuando una ideología se convierte en un dogma. Nos estancamos, y sólo arremetemos contra nuestros detractores en vez de escuchar qué es lo que tienen para decir; más allá de que después de escucharlos, estemos de acuerdo o no. De no estar de acuerdo, también puede servir para reafirmar nuestras convicciones. Pero si nos cerramos al debate, nos cerramos a cambiar.

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