Un estudio realizado por la Universidad de Washington rompe con la afirmación que los bebés son buenos, al exponer que poseen el racismo de manera incorporada desde el comienzo de sus vida social. La investigación se basó en estudiar el sentido de equidad de los infantes y allí sobresalió esta características para sorpresas de muchos.
El estudio se basaba en niños de 15 meses de edad que veían a unos experimentadores repartiendo juguetes. Al momento de optar por la elección de uno de ellos, más del 70 % de los bebés optaron por aquellos que habían dividido los juguetes de manera uniforme.
Un estudio similar realizado en la Universidad de Yale, basado en remeras de colores, también dejó en claro que los niños hacen diferencia con relación a sus experiencias con cada uno de los tonos. Lo mismo se pudo observar en la vida cotidiana en la reacción de niños mayores que con esas experiencias acumuladas reaccionaron ante situaciones que podrían catalogarse de ‘racistas’ como el accionar ante un afroamericano o una persona en situación de calle.
FUENTE: Time
