Análisis de la Guía de Adoctrinamiento de Género que se pretende implementar en Uruguay – por Germán Giudici Huertas

Guia de Adoctrinamiento de GéneroBajo la autoría de la organización Gurises Unidos y el visto bueno de la ONU, el Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) acaba de lanzar para uso docente la guía titulada “Propuesta didáctica para el abordaje de la educación sexual en la educación inicial y primaria” (Descargala completa en PDF), un material con neto contenido ideológico el cual puede resultar muy perjudicial para el desarrollo psicoemocional de los niños.

El camino hacia la ideologización de la enseñanza.

La inducción de premisas ideológicas a través de la enseñanza es algo que viola el principio de laicidad. No es ético. Y el Estado uruguayo, como institución laica tiene la obligación de velar por el acatamiento de este principio. Tenemos derecho a una educación laica, libre de ideologías; pero cuando es el mismo Estado quien avala y da rienda suelta a la emasculación de dicho principio, indirectamente – o directamente – está dando a entender que ya no estamos en una democracia.

Por lo cual los ciudadanos nos vemos obligados a velar por la protecciòn de nuestros niños.

La ideología de género en la educación.

La ideología de género – con la cual le están manipulando la mente a millones de niños en el mundo – es un postulado totalmente anticientífico, el cual detrás de toda esa oratoria emotiva referida a la “igualdad” y a la “diversidad” esconde propósitos siniestros y maquiavélicos.

Este aparato ideológico ha logrado colarse inteligentemente por medio de múltiples vías de alta penetración social, entre ellas la educación, teniendo un simple propósito: desarmar psicológicamente a los niños para dislocar su identidad sexual y ajustarla por la fuerza a la narrativa políticamente correcta que dicta este postulado.

Uruguay no es la excepción a la regla en este sentido, pues son varios los países que se muestran dispuestos a seguir estas instrucciones; evidenciando la implementación de estos programas educativos que siguen una agenda política internacional.

La educación sexual como eufemismo.

Este manual está focalizado en la deconstrucción de los “roles de género”, donde se ve claramente influenciado por la narrativa académica de género.  Consta de dos módulos, uno teórico y otro didáctico. El módulo teórico hace diversos aportes conceptuales referidos a la sexualidad, a la formación ética de los niños en el marco de dicha deconstrucción, y habla también de los diversos modelos familiares que pueden existir en nuestra sociedad. Cabe destacar que este módulo ostenta una dialéctica que se torna confusa, banal, dotada de una corrección política avasallante; con el fin de ajustarla a las políticas de género implementadas por el gobierno de turno.

Pero queremos enfocarnos en el segundo módulo, el cual es mucho más intrusivo, ya que apunta directamente a la destrucción moral del niño.

En este módulo se proponen múltiples actividades para niños con el fin de deconstruír los “roles de género”, y allí detectamos algunas actividades que encienden las alarmas del sentido comun. Una de ellas propone la desnaturalización de los roles de género transmitidos a través de ciertas obras literarias infantiles y en archi-conocidas rondas cantadas por niños.

Aparentemente el hecho de que un príncipe encantador montado en su jadeante corcel blanco y blandiendo su resplandeciente espada al rescate de una bella princesa secuestrada por una bruja malvada y que un niño quiera casarse con una señorita de San Nicolás que sepa coser y bordar son cosas que a los ideólogos de género no los deja dormir tranquilos. Han insistido – y siguen insistiendo – tanto con este asunto hasta conducirlo hacia el mismísimo hartazgo.

 Otra actividad propone usar disfraces, pero con la condición de que los niños no pueden usar disfraces que refuercen “estereotipos de género”. Por ejemplo, los varones no pueden disfrazarse de superhéroe y las niñas no pueden disfrazarse de princesas.

Quien escribe pregunta: ¿Así se pretende educar a un niño? Es como si en un partido de fútbol el juez le diga a los jugadores cómo deben pegarle a la pelota para meter un gol y si éstos no le pegan a la pelota de la forma en la que el juez quiere entonces el gol no vale. ¿Qué libertad se pretende inculcarle a un niño si todo el tiempo se le está corrigendo, reprochando y sermoneando como si fuera un tonto; un ser no-pensante? Al fin y al cabo resulta un intento pedagógico fallido.

Pero hay otra actividad que nos llama poderosamente la atención, ya que su dinámica se constituye en un delito de abuso infantil. En esta actividad se propone formar al grupo en parejas aparentemente al azar. El juego consiste en incitar a que los niños lisa y llanamente se toquen mediante caricias, abrazos, cosquillas, etc. Eaquí a los niños se los está instigando a tener contacto físico directo con otro niño con el que quizás no deseen tener contacto físico. Además, incita a “tocarse” en zonas corporales que pueden ser potencialmente erógenas.

Resulta sorprendente como En el primer módulo se expresa claramente que el contacto físico directo siempre debe ser consensuado, y que si una de las partes no da su consentimiento entonces esa situación se transforma en abuso, al tiempo que entra directamente en contradicción con la dinámica de este juego, en la cual el niño no estaría dando su consentimiento expreso para que otro tenga contacto con su cuerpo, sino que lo haría simplemente porque estaría ante la presencia de una figura de autoridad (docente) a la que se sentirá subordinado durante el desarrollo de la actividad.

 Esto nos lleva a formular varias interrogantes, primero: ¿qué tiene que ver esto con la deconstrucción de los roles de género? Y segundo, ¿por qué hay tanto interés en iniciar sexualmente a los niños a edades tan tempranas? ¿Acaso un niño no tiene toda la vida por delante para descubrir cada cosa a su tiempo? ¿cuál es el objetivo? ¿por qué acelerar ese proceso?

La sexualidad juega un rol importantísimo dentro del autoconocimiento, pero el autoconocimiento es un proceso demasiado largo y complejo como para anclarlo únicamente en la niñez; y desde nuestra concepción creemos que nuestro cuerpo es sagrado, y que nadie más que uno mismo decide quién puede tocarlo y quién no.

Exhortamos a todos los padres, si logran tener esta guía en su poder (pueden descargarla aquí), a que le echen un vistazo, para que comprueben por ustedes mismos qué es lo que les van a enseñar a sus hijos en la escuela. Es tiempo de estar junto a ellos más que nunca, no podemos dejarlos solos;  los atacarán en el único lugar en el que los adultos no podremos defenderlos: el aula.

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