Si ya era un duro golpe para Manuel afrontar el fracaso de un emprendimiento en el que tanto tiempo y dedicación había invertido, es difícil imaginar la profundidad del pozo emocional al que lo habrá arrojado que en ese momento su mujer decida abandonarle, lo denuncie por no poder mantenerla, y la «Justicia» – dando un nuevo ejemplo de misandria y prejuicios contra el varón – lo condene a prisión a pesar de no tener antecedente alguno.
«Imagínate por un momento que estabas casado y que por causa de que eres un emprendedor fallido (o por cualquier otra) tu pareja o tú decidís divorciaros y la sentencia firme que regula tu nueva situación establece una pensión de alimentos a favor de tus hijos o una pensión compensatoria a favor de tu ex cónyuge y, al no disponer tú de dinero alguno para pagarla, recibes una denuncia por vía penal acusándote de abandono familiar. Al menos en la cárcel no tendrás que preocuparte de la comida ni de las deudas pendientes por un tiempo.»
Y aquí estamos, escribiendo esto a pocas horas de entrar en prisión por no tener dinero y ‘parecer’ que sí lo tienes sólo por el cliché que domina este país respecto a los empresarios (o a los que un día lo fuimos): «seguro que algo tendrás ‘guardado’ por ahí de todo lo que has ganado».
Tras la ruina más devastadora hace ocho años, sin ingresos, sin patrimonio, sin segunda oportunidad, con mis hijos aleccionados para que, en caso de que yo me muera, acepten la herencia ‘a beneficio de inventario’ para no cargarse con unas inmensas deudas avaladas por su padre que no prescriben nunca, tras más de cuatro años de proceso judicial, tras probar la dureza del banquillo de los acusados arropado por un abogado de oficio gracias a haber obtenido el beneplácito de la ‘justicia gratuita’, tras una sentencia condenatoria donde se dice…
«Estimamos adecuado optar por la pena de multa considerando que debe reservarse la pena de prisión en cuanto que privativa de libertad, como último recurso, por ello procede imponer al acusado la pena de 6 meses de multa con una cuota de 5 euros, con el fin de priorizar el cumplimiento del pago de la pensión alimenticia y la pensión compensatoria.»
Por todo ello, el acusado deberá abonar en concepto de multa la cantidad de 900 euros. En caso de impago, cumplirá un día de privación de libertad por cada dos cuotas de multa no satisfechas.
…tras todo lo anterior… un pequeño problema: para poder cumplir la pena de multa y no ir a la cárcel (o sea, pagar los 900 €) hay que abonar primero la responsabilidad civil; y como yo no tengo los más de 54.000 € que me piden por ese concepto pues, sintiéndolo mucho, me voy 3 meses a prisión. –Manuel Dafonte
Las últimas palabras de su comentario antes de entrar a prisión son conmovedoras:
Si sufro ahora no es por mí, lo hago por los muchos que se quedan fuera, estupefactos, pensando que esto es una broma macabra y, muy especialmente, sufro por dos niños, rehenes involuntarios de un dilema absurdo que nadie a lo largo de su vida debería jamás tener que responder «¿A quién quieres más, a mamá o a papá?» –Manuel Dafonte
¿Es esta la red de seguridad que queremos proveerle a los emprendedores para que se animen a asumir riesgos?
Manuel Dafonte se encuentra actualmente encarcelado por este motivo.
Agradecemos a su amigo Miguel Ángel el alertarnos sobre su caso.