El horrendo caso de negligencia maternal ocurrió en la localidad de Sarandí del Yí, en Uruguay, causando una verdadera ola de espanto que ha cubierto al país de tristeza, desconcierto y justificada indignación ante la conducta inhumana de esta mujer.
Sufrimiento inimaginable
Según el parte de procesamiento difundido por Alternativa Durazno, el pasado 24 de Marzo, el niño ingresó a un centro de salud falleciendo por «asfixia por aspiración de vómito».
El análisis forense develo que el niño sufría de desnutrición, lo que motivó el llamado a indagatoria de la mujer.
En las declaraciones realizadas, la mujer admitió haber maltratado al niño a propósito. Los maltratos proferidos a su hijo incluyeron: no darle de comer por un mes, obligarlo a dormir en el piso del baño sin ropa, sumergirle la cabeza en un balde de agua (una práctica considerada como una forma de tortura), golpearlo con una diversidad de objetos como palos y zapatos.
Un machete participaba de los maltratos contra el niño
La mujer declaró en la indagatoria, que desde hacía 10 meses había comenzado una relación de índole sexual con un hombre de Montevideo, quien – según declara ella – le recomendó tratar de forma absolutamente inhumana a su hijo, a lo que ella habría accedido.
No quedó establecido si los maltratos comenzaron antes o después de la relación con el Montevideano, pero sí se constató la existencia del maltrato.
Sentencia Judicial
La mujer resultó procesada con prisión por un delito de homicidio especialmente agravado, con una pena mínima de diez años de penitenciaría.
La destrucción de la familia y el maltrato infantil
Es difícil imaginar cómo esta mujer podría haber propinado estos malos tratos a un niño si su padre biológico hubiera estado presente o al menos en contacto con el niño para protegerlo. Si bien la #DestruccióndelaFamilia trae problemas para los hombres que resultan ser padres, estos no se comparan con los problemas que crea para los niños, como no tener ningún padre al que recurrir cuando el otro se torna abusivo.
Este tipo de casos, en los que el niño fallece y nos enteramos, es la punta de un iceberg. ¿Quien sabe cuántos niños están sufriendo maltratos similares sin que nos enteremos? ¿Hay quien piensa que sufrir este tipo de maltrato no contribuirá al desarrollo de personas con problemas psicológicos y dificultades de adaptación social que los lleven a la violencia y la criminalidad? ¿Por qué nos estamos haciendo esto? Es preciso cortar con las políticas feministas anti-hombre y anti-familia basadas en el resentimiento y empezar a pensar de nuevo y en serio en qué es mejor para todos, incluyendo hombres y niños.