Si hay un femicida en Uruguay ¿No es Pablo Goncalvez?

¿Dónde están las chicas del #NiUnaMenos?Ante cada caso de asesinato en el que el homicida es del sexo masculino, la víctima del femenino, y estos comparten algún tipo de vínculo emocional, las feministas concurren en las pantallas, estudios y páginas de los medios a clamar «FEMICIDIO!», «Nos matan por ser mujeres» y mi favorito personal «hay un HOLOCAUSTO Femenino«, pero ante la inminente liberación del mayor «femicida» del país llama la atención el silencio del feminismo Uruguayo.

Aplicación selectiva del término «Femicidio»

Si bien el femicidio se define como «el asesinato de una mujer por su condición mujer», el movimiento feminista – y los grandes medios que le siguen la corriente – están aplicando la etiqueta de «femicidio» justamente a los asesinatos de mujeres que menos parecen estar motivados por un odio hacia el género femenino, sino a conflictos interpersonales entre víctima y victimario.

A juzgar por la interpretación que hace el feminismo y los medios de estos crímenes, parece que el odio hacia las mujeres solo se pudiera expresar en el contexto de la familia y de la pareja. Esto ha quedado más que nunca en evidencia con la actitud que han tenido hacia los crímenes de Pablo Goncalvez.

No importan las circunstancias: ¿Lo que importa es forzar una interpretación ideológicamente sesgada de los hechos?

No importa la presencia de un conflicto interpersonal entre victimario y víctima. Si mantienen un vínculo sexual, romántico, matrimonial o de convivencia, las feministas dicen que la mató «por ser mujer».

Si la encontró en la cama con su amante. No la mató por una traición a un código de confianza. – La mató por ser mujer, como si las mujeres no mataran a sus parejas por ser infieles.

Si peleaban por los términos de un divorcio, la custodia de sus hijos, y la relación enfermiza derivó en una competencia a ver quién podía hacerle más daño al otro. No la mató a causa del conflicto interpersonal. – La mató por su condición de mujer.

Si marido y mujer eran socios en una empresa en problemas y se traicionaron los códigos de la relación comercial desatando un violento conflicto. – La mató por ser mujer.

Así es como interpretan las feministas y «sus» medios estos hechos y es como debería interpretarlos un juez de seguir los lineamientos establecidos en el proyecto de ley de violencia de género propuesto recientemente.

Ahora… Si fríamente un hombre decide asesinar a 3 mujeres distintas, sin tener ningún vínculo personal con ellas. – ¿La ausencia de un conflicto interpersonal no deja un espacio más claro para que el odio o desprecio al género femenino forme parte de la motivación de estos crímenes? No para feminismo.

Los femicidios de Pablo Goncalvez

A esta última descripción se ajustan los asesinatos cometidos por Pablo Goncalvez, el trístemente célebre asesino serial Uruguayo que en breve será liberado y se radicará en las proximidades de la localidad de Salto.

Ante esta situación, ha sido llamativo el sepulcral silencio del feminismo Uruguayo, que llama a «enseñarle a los hombres -todos- a no matar», pero no cree que la inminente liberación de un femicida serial sea motivo para declaración alguna.

Ninguna feminista ha reclamado hasta el momento que los asesinatos de Pablo Goncalvez a los que se está referenciando desde todos los medios como «homicidios»(1,2,3), se describan como «femicidios».

¿Será que los asesinatos de Pablo Goncalvez no ayudan de la misma forma a promover entre las mujeres el miedo a la formación de familias y el establecimiento de vínculos estables de pareja que algunos críticos del feminismo aluden es el verdadero objetivo del movimiento?

Edición: Luego de redactada esta nota, Mujeres de Negro acudió a los medios a solicitar que se difunda una foto actual de Pablo Goncalvez.

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