Entrevista a Pumuki, el twittero Español amenazado por feministas

Pumuki artLuego de desafiar a las amenazas feministas recibidas, conversamos con Pumuki un ingeniero español de 31 años, que en sus ratos libres expone las contradicciones y derrapes del feminismo radical en Twitter.

– ¿Nombre, Edad, Profesión, Ciudad?

Pumuki (tengo que mantener el anonimato xD), soy ingeniero, 31 años.

– ¿Cómo definirías al feminismo en una sola frase?

Depende qué feminismo. El que yo critico, el «radical-feminismo», lo defino como un movimiento extremista y desquiciado; una vía que algunas (y también algunos) utilizan para escupir su misandria disimulándola en una lucha social.

– ¿Te defines como «anti-feminista», «Masculinista», MRA, MGTOW, otra cosa?

Más bien como igualitarista (por decirlo de alguna manera).

– ¿Cuál fué el hecho puntual que te hizo darte cuenta de que el feminismo estaba pasado de rosca?

La experiencia cercana de un familiar que pasó un calvario hasta demostrar judicialmente su inocencia. Las leyes de Violencia de Género, tal y como están configuradas, son una burla a los derechos fundamentales.

– ¿Cuál es a tu juicio la organización feminista más peligrosa de España?

No voy a entrar en nombres, pero pese a no ser las que más titulares desquiciados ofrecen, ciertas asociaciones que han encontrado en el enfrentamiento de sexos la manera de ganarse el pan.

– ¿La más ridícula?

Sin duda alguna las que legitiman los desvaríos del manifiesto SCUM.

– ¿Has denunciado a Twitter el abuso que recibes? ¿Han hecho algo?

He reportado alguna vez y han contactado conmigo, si. Denunciar como tal no, el anonimato me permite enfrentar estas cosas con cierta distancia. Si algún día se descontrolaran si lo denunciaría formalmente, por supuesto.

– ¿Te parece que el feminismo y la ideología de género cada vez serán peores o que ya están llegando a su fin?

Una parte si, otra no. Pienso que el radical-feminismo si irá cada vez hacia un discurso más agresivo. Quiero creer y espero que el feminismo clásico, el que supuestamente defiende una igualdad, no.

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