[Iglesia vs. Feminismo] ¿Puede el ateísmo ser tan dogmático como cualquier religión? ¿O tal vez peor?

En este análisis, mi objetivo será comparar, a la luz del enfrentamiento entre Iglesia (Católica) y Feminismo (Neomarxista y Ateo), la relación que mantienen ambos sistemas de creencias, y cómo percibimos este conflicto desde Varones Unidos.

Para comenzar, necesitamos dar por tierra con la falsa dicotomía de que quien no es creyente, es ateo.

Ateísmo y Creencia

El ateísmo no es la ausencia de creencia en una doctrina religiosa, sino la negación de la existencia de cualquier divinidad, y en general, la negación de la existencia de una dimensión espiritual del ser humano. Como tal, para ser ateo, hay que creer, pero no creer en que algo existe, sino creer en que algo no existe. Esta creencia a la que adhieren tanto comunistas como el feminismo hegemónico, está por naturaleza subordinada. No es una espiritualidad alternativa, sino la negación de una espiritualidad específica, en el caso del neomarxismo, del cristianismo.

Más que una fe, el ateísmo es una anti-fe, de la misma forma que el feminismo promueve como comentamos previamente anti-valores. Tomando en cuenta que el carácter sagrado del individuo profesado por la doctrina cristiana se encuentra en la base de la declaratoria de los derechos humanos universales, la adopción de anti-valores por sociedades enteras puede llegar a ser un aspecto que explique la predominancia de regímenes ateos y en particular comunistas, entre los ejecutores de los mayores genocidios del siglo XX.

Una alternativa tanto al ateísmo como al cristianismo dogmático es el agnosticismo que por otro lado, es la toma de una actitud escéptica respecto de la existencia de la dimensión espiritual, estimando que hay aspectos de la realidad espiritual que desconocemos y se aceptan como misteriosos.

Ateísmo y Varones Unidos

La mayor parte de los que se asumen como ateos sin pensarlo demasiado en los foros de discusión de Varones Unidos, lo hacen confundidos por esta falsa dicotomía, por creer que si no son religiosos dogmáticos, entonces necesariamente son ateos.

En VU, rechazamos el adoctrinamiento religioso, por las mismas razones que rechazamos el adoctrinamiento en ideología de género. En ambos casos se agrede la libertad de pensamiento del ser humano, que es a la vez, la posibilidad de interactuar con lo desconocido… Un aspecto central de una masculinidad bien desarrollada que se encuentra entrelazado con lo espiritual y lo divino.

Iglesia Católica Vs. Feminismo

Hace un par de días, el Arzobispo de Montevideo, Daniel Sturla, se pronunció con determinación en contra de la Ideología de Género calificándola, apropiadamente, como una locura y un atentado contra la familia. Ayer, el feminismo salió a trancarlo de una manera… llamativa.

Frente a las naturales críticas que sucita la imposición de tamaño disparate como la teoría neomarxista de género, la actitud del feminismo y el MIDES venía siendo la de restarle importancia al contenido dictado, minimizándolo para la masa abúlica como una mera promoción de la «tolerancia» al «colectivo LGBT».

Esta vez, motivadas por el avivamiento de la Iglesia Católica, – su progenitor masculino ideológico y adversario predilecto – las palabras no fueron medidas. Sintiendo la debilidad relativa de la Iglesia frente al feminismo, en acostumbrado espíritu revanchista, una integrante de Cotidiano Mujer, aprovechó para echarle en cara que son ellas ahora las que tienen el poder de imponer sus creencias:

«Quizás le molesta no poder imponer su fe a quienes no creemos lo que él cree”

Caben pocas dudas, de que es genuino el gusto que siente al refregarle en la cara a su enemigo la condición de poder que ostenta su «tribu» sobre el sistema educativo.

Más adelante y en el tono despectivo y arrogante, ordenó a Sturla que:

“Sólo debería importarle que sus fieles puedan ejercer libremente su religión y respetar las creencias de los demás”

El sistema educativo uruguayo, sin embargo, hasta el momento era laico, un concepto inspirado en el agnosticismo que ya mencionamos, no era religioso, al contrario, pretendía activamente no imponer contenidos de carácter dogmático como la teoría de género a los niños.

Ahora quienes están imponiendo, incluso mediante técnicas de lavado de cerebro, sus creencias subjetivas a los hijos de todos los Uruguayos en la educación pública, son neomarxistas ateos dogmáticos. como las integrantes de Cotidiano Mujer.

Hoy son ellos, quienes están violando el principio de laicidad en la educación y quienes representan, por lejos, desde su condición de poder semi-absoluto, el mayor peligro para la libertad.

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