Pablo Echarri no puede trabajar con Natalia Oreiro porque «Nancy no me dejaría»

echarriRecientemente se publicó una nota de esas boludas que nunca faltan en las secciones de chimentos de los medios: «Nancy Dupláa no dejaría a Echarri trabajar con Oreiro» anunciaba el titular. Ahora a nadie se le ocurrió, porque el celado era un actor varón, mirar el suceso desde una perspectiva de género.

Los celos según el feminismo de género

Según la panfletería feminista, los celos no son un sentimiento natural hacia las personas que sentimos «nuestras» (nuestros padres, amigos, parejas, hijos), sino que mediante la magia de la estigmatización marxista del concepto de propiedad, celar a alguien es considerarlo un objeto y una «violencia de género«, que debe combatirse acosando por los medios y las redes sociales a quiensea que no contribuya a perpetuar esta paranoia.

Sentir esa tibia inseguridad frente al prospecto de perder a una persona que querés, sentir ese delicado terror que te recuerda lo importante que un pariente, un amigo o en este caso tu pareja es para vos, es interpretado por las jihadistas del género como «violencia».

El heteropatriarcado opresor se llama Nancy

¿Solo si es contra una mujer?

Si aplicamos la lógica de este panfleto a la actitud que Nancy Dupláa tiene hacia su pareja, tenemos que admitir que ella está incurriendo en Violencia al limitar los prospectos económicos de su pareja a causa de sus celos.

«Más allá de la plata que pueda ganar, Nancy no me dejaría.» Pablo Echarri

Entonces, si las mujeres pueden ejercer la misma violencia contra los hombres, que el feminismo actúa como si solo los hombres pudieran ejercer contra las mujeres. ¿Qué tiene que ver el género? ¿Por qué el feminismo califica como «de género» a esta supuesta violencia cuando ser hombre o mujer no hace la diferencia? Para mi es sencillo. Lo hace porque le conviene para continuar perpetuando el arquetipo de mujer víctima / varón agresor que utiliza para justificar su obtención de espacios y poder político.

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