Respuesta a Malena Pichot: No. LA VIOLENCIA NO TIENE GÉNERO y acá le explicamos por qué.

Recientemente Malena Pichot publicó un blog en el que justifica sus actitudes y la creencia feminista de que la «violencia de género» es ejercida rutinariamente por los hombres, y solamente por los hombres.

Veamos punto por punto lo que tenía para decir Pichot:

Siempre que se habla de violencia de género pareciera que muchos comienzan a incomodarse, a molestarse, el repudio es inmediato, instantáneo, muy parecido a una reacción programada. Malena Pichot

Aquí Pichot arranca admitiendo que la idea de «violencia de género», creada por el feminismo, genera rechazo. ¿Por qué será, no?

Curiosamente, acusa a la sociedad de mostrar una «reacción programada», proyectando la percepción que la sociedad tiene sobre las feministas y los progrebots ( como ella ) sobre la sociedad toda.

Probablemente no sea tanto el repudio que la sociedad tenga hacia la idea de violencia de género, como el repudio que Pichot siente hacia una sociedad que no está de acuerdo con la actitud caprichosa e infantil de decir que una agresión es más importante, solo porque yo (o una de mis amigas) es la víctima y se niega a prestarle el juguete de la legislación.

Programadas para ver machismo en todas partes

Cuando se habla de violencia de género una frase se repite en todos aquellos que se niegan a reflexionar de verdad sobre el tema: “la violencia es una”. Este es el lugar común para volver invisible un problema que para muchas personas es obscenamente visible. Malena Pichot

Aquí Pichot nuevamente admite que hay una cantidad importante de personas que no cree que exista el problema que las feministas «ven». Este problema que Pichot omite es el supuesto odio de los hombres hacia el colectivo de todas las mujeres, que – las feministas creen – motiva todos los asesinatos que califican como «violencia de género».

Paradójicamente la gente no ve ese odio, porque no está «programada» para verlo donde no está.

Los hombres no odiamos a las mujeres, salvo contadísimas y repudiables excepciones. Pero muchas feministas están «programadas» por un aparato propagandístico y pseudoeducativo, para ver machismo, patriarcado y «violencia contra la mujer por su condición de mujer», en todos lados.

El gran argumento

Cuando se dice esto, estamos igualando una infinidad de conflictos, que de ninguna manera son iguales. No es lo mismo que dos hombres se caguen a piñas, a que un hombre cague a piñas a un o una menor. No es lo mismo que dos mujeres se caguen a piñas, a que una mujer cague piñas a un o una menor. No es lo mismo que te cague a piñas un compañero de clase a que te cague a piñas un profesor. No es lo mismo que te cague a piñas un desconocido en la calle a que te cague a piñas un policía. No es lo mismo que te secuestre un criminal común a que te secuestre una organización paramilitar del estado. Malena Pichot

Pichot seguramente esté muy orgullosa de este argumento, por lo que me siento un poco culpable de destruirlo. Pero ¿Qué hace que golpees a un menor, a un estudiante o que siendo un policía golpees a un civil? Lo que lo hace más grave es una condición de poder sobre la víctima.

Pero el concepto de violencia de género, no habla de condiciones de poder sino de género. Y allí está el error.

La validez del concepto de violencia de género se sustenta en la presunción sexista de que en las relaciones de pareja, la mujer nunca ostenta poder sobre su pareja, sino que siempre es el hombre el que «por su condición de tal» es invariablemente la parte dominante.

Eso es comprobablemente falso, y por ende, el concepto de Violencia de Género está equivocado.

Incluir en nuestra legislación el concepto de «Violencia de Género» – como se está proponiendo – hace que haber nacido hombre constituya por sí mismo un agravante. Es sencillamente legalizar la discriminación.

Para ilustrarlo más claramente: Como recién comentó David Acevedo en nuestro facebook:

El en el medioevo el castigo por golpear a un noble era la muerte o la mutilación en el mejor de los casos. El castigo por golpear a un campesino era una multa en el peor de los casos.

Esas leyes que diferencian los castigos por quienes fueron las víctimas, poniendo un ciudadano por encima del otro,  ¿Afirman que es igualdad? –David Acevedo 

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