[Argentina] La historia de acoso que sufrió una estudiante de derecha, a manos de un «aliado» neomarxista – por Esteban Würch

Nahir Méndez es una chica de 20 años, estudiante de abogacía, en la localidad de Luján, Buenos Aires, Argentina. En el año 2017, cuando iniciaba la carrera de psicología -la cual cambió por la que cursa actualmente-, conoció a un hombre que fue su compañero de estudio durante los primeros meses del semestre.

Presión ideológica

El hombre es un fiel seguidor y admirador de personajes tales como Marx, y el “Che” Guevara.  Criticaba el gobierno actual de Mauricio Macri, y le reprochaba a Nahir los pensamientos opuestos que ella sostiene sobre los planes sociales, y la pena de muerte hacia violadores, con una frase: «Vos debes ser facha«. Eventualmente, este sujeto está ligado a pensamientos neomarxistas, progresistas, socialistas, comunistas y al feminismo.

Avances no correspondidos

Entre los meses de junio y julio del año pasado, mientras Nahir salía de su clase, este hombre se dirigió hacia ella para tomarla del brazo, y proponerle que saliera con él a tomar un café. Ella se negó ante dicho pedido proveniente de un hombre de unos 40 años, y la impertinencia con una leve sospecha de violencia de control camuflada, le hizo reaccionar ante el mismo, negándole la invitación de forma abrupta y con sentido.

Esa fue una de las tantas veces en las que, el compañero de estudios insistía en querer invitarla a salir, para charlar y tomar un café afuera de la facultad, situación a la que la joven se negaba, por el simple hecho de no querer. Además de que sería extraño hacerlo con un hombre de casi el doble de su edad, con el cual no compartía ideas, ni existía empatía. Por lo cual, Nahir se percató de las verdaderas intenciones del sujeto, logrando rechazar cualquiera de las propuestas por parte del hombre en cuestión, a fin de que la deje en paz.

Condescendencia y desprecio

También se ponía en una postura de «análisis» hacia la personalidad de Nahir, por negarse a todas sus propuestas, calificándola como que ella era «mala», y que debería cambiar sus actitudes. Logrando molestar bastante a Nahir, dado que nunca le pidió opinión al respecto, y percatándose éste de la situación dejó de insistirle. A la altura de febrero de este año, Nahir cambia de compañía de celular, pero conserva el mismo número, lo que ocasiona que algunos contactos se pierdan.

Acoso por redes sociales

El 4 de junio, el hombre le escribe por WhatsApp nuevamente, y dado que ella no sabía quién era, por la razón mencionada anteriormente, se lo pregunta, a lo que el hombre, responde con sus juegos carentes de inteligencia. Nahir se da cuenta de quién es, y para no ser descortés, le sigue la corriente. En determinado momento, la joven se molesta por su constante juego de niño en el cual quiere involucrarla a ella, por lo que, decidió bloquear a su ex compañero de clase.

Esto no termina ahí. Luego de ese bloqueo, el hombre le escribe un SMS -mensaje de texto- como dejando en claro que todo estaba bien. El mensaje fue enviado el 11 de junio, a las 00:47 hs. A lo que Nahir se cuestiona: ¿Qué hace un hombre de 40 años, escribiéndole un SMS a una chica de 20 años, la cual no tiene interés ninguno con él? Y sumándole a esto que, anteriormente, él le había escrito mediante mensajes privados de Facebook, a través de una cuenta falsa, para que no lo identifique, pero fracasa cuando Nahir se da cuenta de que es de la misma localidad que el hombre que la acosaba, y por su forma de escribir y expresarse.

Nahir tiene miedo de este hombre, porque es un claro ejemplo de perversidad acechándola, y el cual necesita atención de inmediato. Pero lo que se quiere dejar explícito aquí, siendo un caso de Argentina, es que los peligros rondan en todos lados, de todos los colores y de cualquier índole política. Porque como sabrá el lector, en Uruguay ha ocurrido un episodio de características similares, siendo que el alcalde defensor de las #NiUnaMenos, fue el mismo que tuvo una denuncia por violencia de género, y del cual las feministas de izquierda y comunistas hicieron silencio, porque es lo que mejor saben hacer, cuando el enemigo viene de casa.

 

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