A fines de enero de 2018 un automovilista encontró el cuerpo descuartizado de una joven italiana de 18 años, en un área comercial cercana a la localidad de Macerata. La investigación, gracias a escuchas telefónicas, llevó al arresto de migrantes nigerianos que tuvieron el cuerpo descuartizado de la adolescente en una heladera para comersela.
El celular de la víctima fue el primer paso para conseguir recuperar algunas fotos borradas de sus atacantes, que se dedicaban al negocio de la venta de drogas. Los migrantes nigerianos hicieron un desmembramiento del cuerpo con una precisión quirúrgica, lo que da a entender que está práctica la llevan realizando con tiempo.
Los detenidos tienen antecedentes de formar parte de pandillas, como así también de transferir importantes sumas de dinero a su país pese a no contar con registro de trabajo en Italia. Se aguarda una multitudinaria asistencia al juicio como parte del repudio al abominable hecho realizado por estos migrantes a una joven italiana.
FUENTE: Blick