Zonas migratorias como Husby y Tensta, en Estocolmo, han dejado de tener movimientos feministas producto de encontrarse sus calles controladas por islamistas. El crecimiento de inmigrantes musulmanes en la zona llevó a que las feministas se alejen de los suburbios de la capital sueca y pierdan lugares donde llevaban adelante su accionar.
El crecimiento islámico en los últimos años ha llevado a que se vea deteriorada la vida cotidiana en estas zonas alejadas del centro de Estocolmo. Los musulmanes han tomado el control y para las feministas se hace difícil transitar sus calles o utilizarlas para manifestaciones de su ideología.
Muchos planteamientos de las agrupaciones feministas, que no son aceptadas por el Islam, han generado choques y enfrentamientos verbales de parte de esos fundamentalistas migrantes que han llegado desde África y Oriente Medio. Los suburbios de Estocolmos son terreno perdido para las feministas que han mostrado su preocupación al respecto en notas televisivas y entrevistas gráficas.
FUENTE: Breitbart