Quizás porque cultura uruguaya es en alguna medida una versión tibia y de perfil bajo de la argentina, la extrema izquierda uruguaya y sus colectivos feministas no han hecho los destrozos y ejercido la violencia que han ejercido los argentinos el pasado 8 de Marzo, pero esto no quiere decir que no hayan realizado acciones en el mismo sentido de agredir a sus enemigos simbólicos: el cristianismo y la maternidad.
Idiotas útiles contra el cristianismo
Frente a la catedral metropolitana, un grupo de mujeres vestidas de negro y con la cara oculta plantaron una bandera con la consigna «Dios ha muerto», tomándose fotos con la bandera en actitud desafiante ante lo que (no irónicamente) creen que es una representación del establishment político, plenamente inconscientes de que haciendo estas payasadas ofensivas están sirviendo a los intereses del verdadero del mismo establishment político contra el que creen estar luchando.
El feminismo neomarxista contra la mujer y la maternidad
En atlántida, el monumento de la plaza de la madre, que conmemora y reivindica la femineidad, la maternidad, el don femenino de la capacidad de generar vida, y el sacrificio de las madres por el futuro y el bienestar de sus hijos, apareció vandalizado.
El ataque del feminismo neomarxista contra símbolos de femineidad como éste, solo puede entenderse al comprender el machismo intrínseco al dogma feminista, que considera a la mujer y su rol de madre como secundarios e inferiores a la condición de varón, cuando no tiene sentido establecer tal comparación entre seres naturalmente distintos y complementarios como el hombre y la mujer.