En el complejo panorama de disputas familiares que involucran a figuras públicas como Wanda Nara y Mauro Icardi, el caso de Silvia Lucero emerge como un elemento clave, revelando no solo tensiones personales, sino también preocupaciones sobre el sistema judicial y las dinámicas de género. Esta niñera, contratada por Icardi, ha sido acusada de violencia, desatando un conflicto que evidencia patrones de impunidad y discriminación en la aplicación de la ley.
Silvia Lucero es una mujer que trabajó como niñera para Mauro Icardi y Wanda Nara durante su estancia en Turquía, donde cuidó de las hijas de la pareja, Francesca e Isabella. Según testimonios judiciales, Lucero fue seleccionada por Icardi para asistir en el cuidado diario de las niñas, un rol que se intensificó tras la separación de la pareja. Lucero, quien no tiene parentesco directo con ninguna de las partes, había formado parte del entorno familiar durante años, incluso viviendo con ellos en Milán y Estambul. Su contratación se basó en una relación de confianza establecida previamente, pero esto cambió abruptamente cuando Wanda Nara presentó denuncias en su contra.
El rol de Silvia Lucero en el conflicto
El involucramiento de Silvia Lucero en el conflicto entre Wanda Nara y Mauro Icardi comenzó como una extensión de sus deberes cotidianos, pero escaló a un enfrentamiento legal. Lucero declaró ante la Justicia que el centro de vida de las niñas era Turquía, donde pasaban la mayor parte del tiempo con Icardi, y que su vínculo con él era óptimo. Sin embargo, Nara alegó que Lucero representaba una amenaza, acusándola de actos de violencia verbal y física contra Francesca e Isabella. Esto incluyó supuestos episodios de maltrato, como gritos y posiblemente agresiones menores, que las niñas reportaron a su madre. En este contexto, Lucero se convirtió en una pieza central del litigio, ya que su presencia en el hogar de Icardi en Nordelta violaba, según Nara, las restricciones judiciales previas. Clarin
El conflicto se agravó por la decisión de Icardi de mantener a Lucero en su equipo, a pesar de las objeciones de Nara. Fuentes judiciales indican que Lucero viajó con Icardi y las niñas a Turquía, lo que Nara interpretó como un acto de desobediencia. Este rol subraya la dependencia de Icardi en personal externo para el cuidado de sus hijas y resalta cómo las disputas por tenencia pueden instrumentalizarse, exponiendo vulnerabilidades en el sistema legal. Cadena3
Las denuncias proferidas contra Silvia Lucero
Las denuncias fueron iniciadas por Wanda Nara en la Fiscalía de Violencia de Género de Tigre, basadas en testimonios de las niñas que describían gritos y supuestas agresiones verbales. Una denuncia clave, radicada en diciembre, llevó a la exclusión de Lucero del hogar de Icardi, con prohibiciones: no acercarse a menos de 100 metros ni comunicarse con las niñas. Esto se fundamentó en el artículo 239 del Código Penal. Clarín
Nara amplió su declaración en enero, ratificando estas acusaciones y vinculándolas con el comportamiento de Icardi. Las denuncias no se limitaron a Lucero; se discutió un patrón de impunidad y se debatió la manera en que estas denuncias influyen en la percepción pública. Infobae
Las acusaciones generaron un debate sobre el uso de la violencia de género en disputas familiares y la necesidad de una evaluación rigurosa de cada testimonio para proteger a las menores.
El desenlace y estado actual de las causas
El desenlace inicial de las denuncias contra Silvia Lucero fue favorable para Nara: un juez ordenó su exclusión del hogar y restricciones perimétricas, lo que obligó a Lucero a abandonar el domicilio de Icardi en un plazo de 15 días hábiles. Este fallo, emitido por el Juzgado de Garantías de Tigre, también incluyó la citación de las niñas para declarar. Cadena3
Actualmente, las causas siguen abiertas, con Lucero enfrentando potenciales cargos por desobediencia si incumple las restricciones. Paralelamente, Icardi ha sido citado para presentar su teléfono como evidencia, en medio de acusaciones de amenazas por parte de Nara. El estado de las niñas es un punto crítico, con reportes de que pasaron meses en Turquía bajo el cuidado de Lucero, lo que Nara describe como negligencia, pero que Icardi defiende como estabilidad.