¿Por qué el boom de autosexualización de las XX en esta época? La respuesta es simple.
Hablando en el plano que constituye el background elemental de nuestro comportamiento: ¿Qué busca un hombre en una mujer? La respuesta también es sencilla de responder: una persona adecuada para expandir sus genes o bien sexo. Cuando la XX renuncia a la maternidad y a su ser como medio de expansión de genes (suyos y del hombre) pues inclina la balanza hacia su otra característica elemental: ser objeto de deseo sexual.
La atención masculina
No le queda otra ¿Acaso un hombre busca en una mujer un buen minero? NO, seguro que es mejor minero su amigo Pablo, ¿busca un confidente intelectual? NO, eso puede tenerlo igualmente con un amigo o en los libros ¿busca un genio de la física?, ¿un militar al que tengas que saludar por las mañanas al levantarte, Nahh, bastante saludos damos ya en el ejército. Un hombre busca en el sexo opuesto principalmente a una madre para sus hijos o a una compañera sexual, si la XX renuncia a lo primero ha de hacer hincapié en lo segundo para resultar atractivas a los hombres.
Sexualización y Maternidad
Esto se ve claro en que los regímenes o las épocas donde se hace hincapie en la maternidad, las mujeres en general vuelcan su comportamiento a lo discreto, aunque sigan siempre albergando la coquetería característica ya que esto es inevitable en el instinto erótico de las XX para atraer a sus potenciales parejas.
Los regímenes que dejan en un segundo plano o incluso menosprecian el fenómeno fundamental de la maternidad, las empujan a acentuar su comportamiento sexual de hetairas, se sexualizan, porque de otro modo no interesarían absolutamente nada al hombre. Es decir, en aquel las empujan a ser matri-monjes, en el segunto las empujan al comportamiento puta.
¿Qué es lo que atrae al hombre de la mujer? ¿Que sea funcionario de correos?
Como todo el mundo sabe yo jamás hablo desde el punto de vista moral, es más, hacen bien las XX en sexualizarse porque no les queda otra para resultar atractivas a los hombres, las mujeres que renuncian a ambos aspectos no tienen nada que ofrecer a los hombres que esto es lo que no acaban de comprender los regímenes y las loros feministas metidas a político.
Toda esta observación está, como es obvio, elaborada sobre un argumento tipológico dejando de lado las obvias interferencias e interrelaciones y demás aspectos complejos del asunto, apelo a la buena comprensión lectora y a la inteligencia de los lectores, aunque en ocasiones esto es mucho pedir.