La abogada dejó su cartera en la salita de atención a las víctimas de violencia de un juzgado de la ciudad de Valencia, en España. Al retirarla de allí se percató de que le faltaba el monedero.
Al anunciar que le faltaba el monedero, le llamó la atención la reacción de su defendida, una mujer de 30 años, a quien al momento de abandonar el juzgado le solicitó que abriera su cartera, donde se hallaba el monedero sustraído.
La defendida se justificó diciendo que había «sentido la tentación», al ver la cartera allí sola.
La abogada, que momentos antes había logrado un fallo favorable para su clienta, decidió no presentar cargos contra su defendida.
Fuente: Levante-emv