En Costa Rica, un diputado busca actualizar el artículo 35 del Código de Familia, para que el padre no sea el único obligado a proveer económicamente al hogar, sino también la mujer, en condición de igualdad.
División de roles Vs. Igualdad
En el modelo tradicional de familia es el padre trabajador, calificado como «machista» desde el feminismo, el único responsable de proveer económicamente a la familia es el hombre, es este el único que debe trabajar para mantener a sus hijos y a su esposa. Por otro, el rol de la mujer, es el de encargarse del cuidado de los niños y las condiciones del hogar.
El deterioro gradual de esta división de roles, es un hecho innegable. Si bien no hay hasta el momento un modelo coherente de reemplazo de la familia tradicional, existe entre quienes buscan la igualdad entre el hombre y la mujer, pero no la destrucción de la familia como pilar fundamental de la organización social, una voluntad de proponer una alternativa al modelo de familia tradicional basado en el ideal de la igualdad entre los sexos.
El problema de las leyes
Las leyes sin embargo en toda latinoamérica, responden al ideal de la división de roles, no al de la igualdad. Costa Rica puntualmente, no es la excepción. Allí la ley detalla que:
“El marido es el principal obligado a sufragar los gastos que demanda la familia, mientras que la esposa está obligada a contribuir en ellos en forma solidaria y proporcional”. Artículo 35 del Código de Familia
Hoy se sabe que la mujer estudia y trabaja, es independiente. Es por eso que Marco Vinicio Redondo Quirós, diputado del Partido Acción Ciudadana, presentó un proyecto de ley para modificar dicho artículo y actualizar algunas cuestiones. Su objetivo es que se reconozca que es un requerimiento discriminatorio cargar al varón con una responsabilidad que no se le exige de la misma forma a la mujer. La participación de la mujer en el mercado laboral es prácticamente la norma. En familias donde ambos padres trabajan, lo coherente con el ideal de igualdad que inspira a estas familias es que la mujer trabajadora debería tener los mismos derechos y obligaciones que el hombre trabajador a la hora de proveer para su familia.
Si se aprueba el cambio, constataría que “ambos cónyuges son responsables de sufragar las necesidades y los gastos de la familia, y cada uno responderá solidaria y proporcionalmente de acuerdo a sus posibilidades e ingresos”.
FUENTE: elmundo.cr
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