Un reciente estudio sobre bebés, en edad de lactancia plena y que reciben leche con fórmula de soja, ha permitido demostrar que cuentan con 22.000 veces más de estrógenos que los amamantados naturalmente o con base de lácteos.
Esos datos equivalen a que hayan tomado cinco píldoras anticonceptivas. La fórmula de soja para infantes contiene genisteína, fitoestrógenos y daidzeína. Un cuarto de las fórmulas alimentarias para menores contiene fórmula de soja.
El informe presentado por Swiss Bulletin de L’Office Fédéral de la Santé Publique expone, ajustando el peso del bebé de 6 kg y su consumo de leche de soja, que el nivel de estrogénico recibido equivale al de 5 píldoras anticonceptivas.
Los bebés varones experimentan un súbito aumento de testosterona en los primeros meses de vida, que serán luego las características que se expresa en la pubertad. Una deficiencia de estas hormonas podría generar percepción espacial y dificultades de aprendizaje.
En muchos lactantes la leche de soja y derivados son su única fuente de alimento y quedan expuestos a procesos estrógenos que ni un adulto insume. El crecimiento de soja y derivados en menores ha venido creciendo en estos últimos tiempos, provocando grandes cambios sobre la testosterona y las características varoniles a largo plazo.