La mujer que incitó a su hija a golpear, tirarle del pelo y patearle la cabeza a una compañera de clase durante una agresión de la misma a otra adolescente, fué procesada sin prisión por un delito de violencia privada y otro de omisión de deberes inherentes a la patria potestad.
El liceo optó por separar a las adolescentes en turnos distintos y la justicia dispuso una prohibición de acercamiento entre ellas.