A partir de una denuncia falsa de violencia de género, Eduardo Oliveros sufrió 4 años de violencia económica y daños morales a manos de la Justicia Española.
El caso Oliveros
El ciudadano español Eduardo Oliveros se sorprendió al recibir una notificación de denuncia por violencia de género contra él, realizada por una mujer que no era su pareja pero simuló serlo a los efectos de esta denuncia.
El embrollo judicial que acarreó esta denuncia le llevó en total 4 años, hasta obtener la sentencia absolutoria, es decir, en ser declarado inocente.
Durante todo ese tiempo demorado, el implicado sufrió graves perjuicios económicos, personales y morales, que además tuvo repercusión en su profesión, como miembro del Cuerpo Nacional de Policía.
Entre muchas situaciones hirientes y difamatorias que Oliveros tuvo que atravesar, está el haber sido ingresado en el registro central de maltratadores, y haber sido, en respuesta a esto sancionado en su trabajo.
El Consejo General del Poder Judicial reconoce las irregularidades
En la sentencia, el tribunal aclaró que hubo “abundantes irregularidades procesales destacadas por la defensa”, que comenzaron ya al inicio de todo este proceso: en aquél juzgado se tomó la declaración de la mujer sin antes incoar el procedimiento. Tres años más tarde, el CGPJ remarca que el auto de incoación no se encontraba en las actuaciones. Otro punto que no se respetó tiene que ver con que el Juzgado de Violencia sobre la mujer dictó una orden de alejamiento, que fue otorgada sin tomarle declaraciones.
Recién cinco meses después del comienzo de las acciones judiciales, el Juzgado de Violencia sobre la mujer número 4 de Sevilla tomó la declaración del varón por primera vez. Antes de eso, en ningún momento le notificaron a Oliveros cuáles eran las resoluciones que se iban gestando a través de los procedimientos.
Cuando pidió el sobreseimiento de las actuaciones, nunca le dieron una respuesta clara, más que decirle que estaban a la espera de los informes de Unidad de Violencia de Género.
En resumen:
La conclusión de todo esto es, a partir de una denuncia de violencia de género falsa, el varón implicado se vió alejado de su domicilio sin siquiera habérsele tomado declaración, y sufrió una persecusión judicial por espacio de 4 años.
FUENTE: xyzediciones.com
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