Ayer estábamos esperando con mi mujer para que se hiciera un estudio en la Médica Uruguaya, y en la sala de espera de ecografía (donde principalmente se sientan embarazadas), había un LCD que repetía una y otra vez únicamente 2 clips de lo que solo podría calificarse como Propaganda Feminista.
Sería interesante conocer la fundamentación que hace la sociedad médica de la necesidad de exponer a sus asociadas a videos de tal carga ideológica, y qué pensarán muchas de las familias asociadas a esta mutualista al respecto.
Video 1: Expresar una opinión negativa de la apariencia de una mujer equivale a golpearla.
Comencemos por el más claramente propagandístico y mal actuado. Este video mostraba a un hombre decirle a su pareja que estaba engordando y transmitirle su disconformidad sobre cómo estaba vestida, aludiendo a que estas acciones eran actos de violencia de género e indicativos de un marido golpeador.
Veamos lo que subcomunica esta pieza audiovisual, sin ser explícita al respecto:
1 – El varón no tiene derecho a expresar una opinión negativa sobre la apariencia física o el dudoso buen gusto del atuendo de su pareja, aún cuando lo plantee respetuosamente.
2 – Ante la expresión de esta opinión negativa, la mujer debe recurrir a las autoridades porque ha sido agredida y corre riesgo de ser golpeada.
Algunas preguntas:
- ¿No deberíamos tener el derecho de expresar nuestra opinión personal sobre la apariencia y la vestimenta de nuestra pareja, al menos para que ella pueda tenerla en cuenta?
- ¿No deberíamos poder dialogar abiertamente con nuestra pareja sobre nuestras disconformidades, en lugar de ser considerados violentos por el solo acto de plantearlas?
- ¿No es coherente este mensaje con la intención de desestabilizar y en definitiva destruir las relaciones de pareja, que muchas feministas aceptan como objetivo del movimiento y múltiples críticos le atribuyen al feminismo?
- ¿Por qué una sociedad médica privada colabora con la difusión de estos mensajes?
Video 2: Una sola cara de la moneda
Siguiendo con el otro video, el más sutil de los dos, lo hemos podido encontrar en Internet, por lo que lo agregamos aquí para que puedan verlo:
En este video se muestra a exclusivamente niños varones, rehusarse cuando los realizadores así se lo piden a pegarle una cachetada a una niña llamativamente más alta que ellos, con apariencia de modelo en miniatura, que podría responder a una subcomunicación del supremacismo femenino.
Hacia el final del video, se concluye que los niños aprenden la violencia de hogares donde presencian la violencia, una afirmación que está científicamente sustentada, aun cuando difícilmente se pueda concluir del contenido del video.
Dicho esto, un momento interesante es cuando le preguntan a un niño por qué no le puede pegar, y el niño responde «Porque es una niña» parafraseando al retrógrado cliché «A las mujeres no se les pega» (No se le pega a nadie).
Hubiera sido interesante que se hiciera un estudio comparando estos resultados con niñas de la misma edad y pedirles que le den una cachetada a un varoncito, a ver si la respuesta sería la misma capacidad para controlar la agresión que demuestran estos simpáticos niños.
Cuando en esta sociedad donde la misandria es tan pervasiva, la violencia de la mujer hacia el varón, y de la niña contra el niño, se consideran menos graves; no sería de extrañar que las niñas demostraran menos escrúpulos a la hora de ejercer la violencia contra el varón, como en las mujeres jóvenes lo señalan los estudios de Elizabeth Bates y Micheal P. Jhonson.