El cierre del pasado año y el inicio de este 2019, en Austria, tuvo una oleada de crímenes y violencia hacia las mujeres de manera inusual. Aunque los medios ‘progres’ han buscado poner el ojo en culpabilizar a ciudadanos europeos, la prensa austríaca dejó bien en claro que la participación de migrantes africanos y musulmanes en los crímenes.
Un joven etíope, un varón turco, un adolescente sirio y un afgano menor de edad, fueron los detenidos en los casos más rutilantes del últimos mes en Austria. Junto con la indignación social de la ciudadanía, los políticos nacionales han expresado su malestar y preocupación por el incremento de la violencia en el país.
Karoline Edtstadler, Secretaria de Estado, compadeció en la televisión austríaca para enviar un rotundo mensaje contra la violencia a la mujer producto de la migración africana y musulmana. La relación de los asesinatos con el islam, pone nuevamente de manifiesto un choque cultural que Edtstadler entiende es el resultado de la importación de valores más vinculados al islam radical y su imagen hacia la mujer.
Una cultura, la islámica, donde elevaron convierte en objeto a la mujer y la transforma en su propiedad crece dentro de Europa; comenzando a preocupar cada vez más a los gobernantes europeos.
FUENTE: Caso Aislado