La chica que asesinó al padre del bebé que está gestando de una puñalada en el pecho hace unos días, en la provincia de San Luis, Argentina. Alega en su defensa que era víctima de «violencia de género».
La acusación arrojada por la asesina sobre el difunto, sin embargo, no parece estar respaldada por ningún tipo de evidencia:
Los vecinos alegan jamás haber escuchado nada, ni golpes, ni gritos ni ningún indicio de que el asesinado fuera una persona violenta.
No existe denuncia alguna de violencia doméstica ni por parte de la asesina ni por parte de nadie más en contra del occiso.
Al parecer, la mujer tampoco le comentó haber sido víctima de violencia a nadie más previo al asesinato: ni a su psicóloga, ni amigas, ni a ningún integrante de su familia.
Fuente: ElDiarioDeLaRepública