En Francia, el desarrollo de videojuegos de carácter feminista o que destaque en una luz positiva a las mujeres pero no así a los varones, recibirá un incentivo económico.
El objetivo declarado por el gobierno francés, «luchar contra el sexismo en los videojuegos», hace eco de los denostados reclamos de Anita Sarkeesian que ya creíamos sepultados bajo el peso de la evidencia y la deshonestidad comprobada de este personaje.
Otra de las medidas que se plantean es que aquellos juegos que «inciten al sexismo» solo puedan estar al alcance personas mayores de 18 años. Demás está decir que cuándo incitan al sexismo y cuándo no, probablemente quede en manos de algún comité integrado exclusivamente por «especialistas en género» feministas.
Fuente: The Verge
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