La venta de niñas es el nuevo negocio que encontró el ISIS para financiamiento de sus actividades, mientras tanto el feminismo sigue levantando protestas por cómo los occidentales nos sentamos en el bus. La pérdida de terreno, por el Estado Islámico, llevó a comenzar a negociar con menores para obtener dinero rápido.
Con estas ventas, el Estado Islámico consigue financiación diaria de manera rápida e ilegal. Aunque los precios suelen rondar entre los 40 y 60 dólares, algunas pujas han llegado a alcanzar precios de 500 dólares. Jóvenes que han podido escaparse o ser rescatadas, de esta situación, han solicitado protección internacional sin contar con expresiones de parte de movimientos feministas.
Mujeres que han vivido esta experiencia de ser vendida como ‘esclava’ cuentan que la guerra no terminará con este negocio por el fanatismo que hay en la región. El feminismo no toma cartas en el asunto, y por algún motivo que ellas sabrán, hacen caso omiso a la situación de las mujeres en Oriente Medio o en territorios bajo el poder de ISIS.
FUENTE: La Gaceta