Un reciente «decretazo» impulsado por el millonario movimiento feminista español, y avalado por el gobierno socialista de Pedro Sanchez, ha dado otro paso hacia el deterioro del estado de derecho en España, al modificar nada menos que el Código Penal, por dictado directo del poder ejecutivo.
El movimiento feminista aunque se presente de vestidito ejecutivo, y tome Chardonnay frente a las cámaras, está inspirado en las mismas ideas de extrema izquierda que envían a cientos de desequilibradas mentales a desnudarse en público, atacar las instituciones, la iglesia y la policía. Aunque se vista de seda, mona queda y en este caso volvió como siempre a mostrar la hilacha.
Otros que mostraron la hilacha fueron el Partido Popular y Ciudadanos, que nuevamente dieron gala de su patológica inocencia centrista, que no conoce la oscuridad de las intenciones del movimiento feminista al que quieren inútilmente apaciguar a fuerza de concesiones.