La justicia y la misandria feminista van de la mano permitiendo impunidad en casos que, para algunos varones, serían de escrache social pero que, para quienes se suman a la causa, posibilita el perdón y la impunidad. Así se dio con un bombero que cambió de sexo durante un proceso judicial por abuso de mujeres y sería sobreseído.
La redacción de la LIVG (Ley de Violencia de Género) permite que cualquier persona que esté comprendida en la misma pueda acogerse a sus beneficios. De esta manera, en España, un bombero acusado de maltrato psicológico hacia su esposa, se transformó en mujer con el cambio de sexo y documento.
Este cambio, a una persona acusada del delito de violencia de género, le permitirá ser absuelta al contar con la identidad femenina. El procedimiento penal, al tomar el Código respectivo, no contempla la acusación de una mujer hacia otra, aunque este sea un varón transgénero.
Este escenario desconocido por la justicia abre un debate sobre el problema de la custodia de los hijos de ambos. El caso podría llegar hasta el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo y sentar un precedente que muestra la misandria feminista y como la redacción de la LIVG deja varios huecos que puede ser utilizada por abusadores.
FUENTE: El País
