Un grupo de activistas feministas decidieron irrumpir en una misa con sus típicos gorros de vagina.
El hecho aconteció en Michigan, Estados Unidos. Luego de llamar la atención en el templo, comenzaron a cantar por la separación entre la Iglesia y el Estado impidiendo que se llevase adelante la celebración religiosa.
Derek Hagland, asistente del pastor en la Iglesia, se encontraba en el estrado cuando este grupo feminista interrumpió con los sombreros en forma de vagina impactando a los presentes. Las activistas se negaron a dialogar pese a la solicitud de los integrantes de la Iglesia.
Feminismo anti-trump
Los sombreros con forma de vagina y de color rosa se han convertido en un símbolo de la resistencia del movimiento feminista a la derecha alternativa y el gobierno de Donald Trump que ha significado también un retorno del cristianismo luego de dos términos de Obama en los que el neomarxismo tomó vigor mientras el cristianismo fué marginalizado. Muchos de los presentes se sintieron avergonzados por la actitud de estos activistas y su declaración política que involucraba al partido que ellos pertenecían.
FUENTE: Breitbart