El objetivo de ellas era «concientizar» sobre las problemáticas femeninas, pero lo que lograron fue quedar como violentas inadaptadas con pocas luces, y un talento para hacer el ridículo.
La capital Mexicana se vió hace algunos días asediada por turbas de Feministas traídas en camionetas y camiones de todos los rincones del país. El saldo: graffitis que reflejan la estupidez de las militantes, propiedad pública destrozada e incluso varias feministas varadas en la capital luego de que sus propias «compañeras de lucha» les destrozaran el vehículo en el que llegaron y pretendían utilizar para volverse.