En una reciente disertación, el aclamado profesor de psicología Canadiense expresó su rechazo a la doctrina del «privilegio masculino» y su análogo racista el «privilegio blanco», como eslóganes neomarxistas orientados a despojar de derechos humanos a los varones y las personas de raza blanca por igual, con la excusa de estar «compensando desequilibrios históricos».
La compensación de «desigualdades históricas» es curiosamente la misma excusa que utilizaron los nazis en los años 30s para justificar la persecución de los judíos, a quienes los nazis consideraban como una raza privilegiada que obtenía esta condición de privilegio oprimiendo a las demás, mediante la manipulación del sistema capitalista.
Según Peterson:
«Yo creo que la idea del privilegio blanco es absolutamente reprensible. (aplausos) Y no es porque la gente blanca no sea privilegiada. Tenemos todo tipo de privilegios. La mayor parte de la gente tiene privilegios de todo tipo y debés estar agradecido de tus privilegios y trabajar para merecerlos».
El psicólogo continuó describiendo el proceso de «colectivización de la culpa» al que tienden los socialismos (tanto nacionalistas – en Alemania – como internacionalistas – en la Unión Soviética -).
«La idea de que podés culpar a un grupo étnico de un crímen colectivo, sin atención alguna a la culpabilidad o inocencia de los individuos que lo integran, creo que no hay absolutamente nada más racista que eso. Es absolutamente aberrante.» (aplausos).
Y procedió a ilustrar la idea con un ejemplo histórico.
«Si querés saber más sobre este tipo de cosas, tenés que leer sobre los kulaks en la Unión Soviética, en los años 20. Eran granjeros, muy productivos. Eran el elemento más productivo dentro del estrato agropecuario en Rusia. Fueron virtualmente todos asesinados, violados y robados, por los colectivistas que insistieron en que como mostraron señales de riqueza, eran criminales y ladrones. Una de las consecuencias del exterminio de los kulaks fue la muerte de 6.000.000 de ucranianos en la hambruna subsecuente.»