El 3 de junio de 2015 en Argentina nació el movimiento de mujeres bajo la consigna #NiUnaMenos, que buscaba terminar con la violencia “de género” y contra los «femicidios».
Sin embargo, tras 5 años de su inicio, este movimiento que nació supuestamente con buenas intenciones y que pretendía justicia, fue mostrando su verdadera cara, saliendo así a la luz sus contradicciones e hipocresías, que respondía a cierta ideología, siendo funcional a un partido político que en ese momento se encontraba en la oposición al gobierno de turno.
La verdad es que puntualmente la primera marcha del #NiUnaMenos tuvo como puntapié el reclamo por el crimen de Chiara Páez, una menor de edad de 14 años que fue asesinada por su novio por no querer abortar a su hijo de 8 semanas, pero las feministas volvieron la marcha una excusa para exigir aborto legal.
Su madre Verónica Camargo, es pro-vida y pidió que no usen el martirio de su hija y su nieto para solicitar que se maten más niños:
«En la primer marcha me sentí parte, porque no fue partidaria, ni sectorial, ni religiosa, y porque participamos todos: mujeres, hombres y niños (…) Pero cuando se relacionó al movimiento con el aborto me sentí mal, incómoda, porque si decimos Ni Una Menos, el bebé también es uno menos. También tenemos que defender esa vida porque si no sería una contradicción , ya que están abogando por quitarla. Yo tenía un nieto, y nadie me va a sacar de la cabeza que a Chiara la mataron por querer defender a su bebé», expresó Camargo.
Ella no fue la única, en un video junto a ella se manifestó también Jimena Adúriz, la mamá de Ángeles Rawson (quien fue asesinada por el encargado de su edificio en 2013 y cuyo caso conmovió al país) diciendo: «Yo no quiero que se me asocie con algo en lo que no estoy representada, ni mi hija ni un gran porcentaje de mujeres que están a favor del Ni Una Menos, pero no están a favor del aborto», dijo recordando además que Ángeles era activista pro-vida por medio de una publicación de facebook que realizó meses antes de morir.
¿Pero quienes son las personas que impulsaron el movimiento y cuál es el comportamiento de sus militantes? las conozcamos un poco.
En un acto se intentó expulsar a Margarita Meira (fundadora y referente de la organización Madres Víctimas de Trata) y las organizadoras de las marchas fueron señaladas por ella de «avalar la prostitución y las mujeres proxenetas» porque «dicen que las chicas tienen derecho a vender su cuerpo.»
“Es muy preocupante porque creen que es mejor prostituirse que ir a limpiar piso y no quieren hablar de trata de mujeres como violencia de género y porque creen que la violencia es solamente cuando les pega el marido», manifestó Meira.
Una de las impulsoras de #NiUnaMenos, la periodista y directora del suplemento de la mujer del diario Página 12 Marta Dillon, declarada lesbiana y activista, quien sin fundamento alguno aseguró que «las relaciones heterosexuales son un factor de riesgo para la vida de las mujeres”. Supo ser acusada por maltratar laboralmente a otra mujer, Clarisa Ercolano Flury y además como frutilla del postre defendió a Marcos Bazán, un «femicida» que fue condenado a cadena perpetua por el asesinato de Anahí Benítez.
En Chubut otra feminista fue condenada a 25 años por el asesinato de Candela Domínguez, ocurrido en 2017, quien tenía tan solo 13 años y la victimaria 27.
Según los jueces lo hizo en venganza porque esta le robó a su sobrina, el crimen sucedió cuando la víctima, se citó por Facebook a pelear en la plazoleta con otras menores, entre ellas la sobrina de la asesina y, en esas circunstancias. Jorgelina Domínguez tras una discusión le efectuó los disparos que más tarde le provocaron la muerte. También la mujer quiso asesinar a una amiga de Candela que estaba con ella tirándole unos balazos que erró porque la chica se escudó detrás de un banco de la plaza.
Y estas cosas no solo pasan en Argentina: Solsiret Rodríguez, feminista de #NiUnaMenos de Perú, fue asesinada, no por su novio sino por otra feminista:
Andrea Aguirre, militante de izquierda y concuñada de la víctima, asesinó y descuartizó por celos a Solsiret (ya que descubrió que esta salía con su marido) y tuvo 4 años los restos en su casa.
Seguramente no escuchaste nada de estos casos en los grandes medios de comunicación, ni tampoco viste marchas por estas chicas, es que así podemos ser testigo de su hipocresía y que son selectivas categorizando a las víctimas como de primera o de segunda; lamentable.
Pero sigamos analizando más contradicciones ¿por qué decimos que el movimiento responde a un partido político? veamos.
En el correr de 2015, año de inicio del #NiUnaMenos, las feministas miraron para otro lado cuando las familias de las víctimas solicitaron el juicio político contra el juez Axel López, quien entre otras cosas fue responsable de haber liberado 2 violadores que poco después reincidieron, asesinando en 2009 a Soledad Bargna de 26 puñaladas y en 2012 a Tatiana Kolodziez.
¿Pero porqué no respaldaron la destitución de ese juez?, que por cierto finalmente fue sobreseído entre ellos gracias a el voto del senador kirchnerista Rodolfo Urtubey que integraba el jurado, es que su abogado defensor era el ex ministro de la Corte Suprema de Justicia Eugenio Zaffaroni, y así primó en ese momento el deseo de preservar al gobierno de ese entonces.
Sin embargo en 2017 cuando ya no estaban en el gobierno, los mismos que frenaron la destitución de López pidieron en cambio el juicio político de Carlos Rossi, el magistrado que liberó al asesino de Micaela García, quien era militante de la cámpora, ¿vamos entendiendo? doble moral de algunos y algunas.
Aunque una acusación no es sinónimo de un hecho y que debe actuar la justicia, tienen entre sus filas a los senadores José Alperovich y Jorge Loco Romero,también de la Cámpora, quienes fueron denunciados de abuso y violación, pero mientras tanto ese partido guarda silencio sobre estos casos, se manifestaron en contra de la prisión efectiva para violadores.
Se dió por una votación en la Cámara de Diputados, donde se debatió la quita de privilegios como las salidas transitorias a delincuentes peligrosos, entre ellos a los agresores sexuales.
Victoria Donda, quien era diputada en ese entonces, votó en contra de la iniciativa. Esto se explica ya que tiempo después se demostró que es la cónyuge de un pedófilo confeso -el periodista Pablo Marchetti quedó en evidencia cuando se viralizó una nota publicada por el, de hace unos años donde declaraba sentir deseo sexual por su hija- entonces no es sorpresa que no quiera represalias contra los abusadores, ya que convive con uno.
Pero no fue la única que votó en contra: Myriam Bregman (de la izquierda) también lo hizo, su compañera Romina del Plá se opuso a una ley que buscaba endurecer penas por pornografía infantil y por su parte Nicolás Del Caño faltó a la sesión.
Las feministas justifican estas posturas por medio de una de sus referentes, la antropóloga Rita Segato, quien dice que los violadores son las personas más morales del mundo y parte de la diversidad social y por eso no se los puede encerrar.
Como si esto fuera poco en abril de este año, cuando volvió a gobernar el peronismo kirchnerista de la mano de Alberto Fernández, por el coronavirus y con la excusa de los posibles contagios, liberaron violadores, asesinos, ladrones y narcotraficantes.
Esto lo hicieron de la mano del juez Víctor Violini (quien se define como justicialista), un precandidato a intendente de La Plata por el Frente de Todos y que entre otras cosas liberó al acusado de asesinar a María Marta García Belsunce; seguido por la jueza Leticia Lorenzo, jueza feminista famosa por sus fallos en lenguaje inclusivo quien benefició a un pedófilo con prisión domiciliaria. Con estos antecedentes no podemos confiar en una justicia independiente, por suerte debido al repudio social se dió atrás con estas medidas.
¿Pero qué hicieron las feministas? como suponían, la mayoría se llamó al silencio, el colectivo de actrices argentinas solo emitió un comunicado por la presión que se ejerció desde las redes, e incluso algunas defendieron estas medidas como la diputada Ofelia Fernández y la periodista Julia Mengolini.
Para finalizar decimos que el movimiento de #NiUnaMenos fue usado como plataforma política en oposición al gobierno de Mauricio Macri, ya que si bien surgió en 2015 a fines de su mandato, junto a la ultraizquierda lo potenciaron.
Bajo algunas consignas contra el entonces presidente Macri, contra el FMI, y a favor de Milagro Sala, una política jujeña presa con más de 14 causas judiciales por fraude, por integrar una asociación ilícita, por violencia y por amenazas de muerte.
También lograron que el 34to Encuentro Nacional de Mujeres se realizara en La Plata e impulsaron como una de sus principales consignas: “Le hicimos el encuentro a Vidal”; en clara referencia a María Eugenia Vidal, quien fue la gobernadora de Buenos Aires por Cambiemos.
De esta forma, dejaron las buenas intenciones con las que comenzaron de lado, solo buscando visibilizar y, aunque suene cruel nos dimos cuenta que es así, a aquellas víctimas que le puedan traer rédito político y así no haciendo nada útil para que mermen los asesinatos y la violencia contra las mujeres, multiplicándose así los casos. Por eso creemos que es mejor afirmar que la violencia no tiene género y pedir por nadie menos.
Fuentes: Perfil – Infobae – MinutoUno – AFP
TN – Página 12 – OutONO – diario crónica
OutONO – Infobae – Los Andes – PanamaPost