El denominado modelo Duluth de violencia doméstica es un enfoque para el combate de la violencia doméstica, basado en la ideología feminista y el supuesto de que la causa de la violencia doméstica es una «ideología patriarcal».
En qué está basado el modelo Duluth
El modelo supone que en todos los casos la violencia doméstica es responsabilidad del varón aún cuando él sea la principal víctima.
Apoyo y críticas al modelo Duluth de Violencia Doméstica
El modelo es apoyado por el establishment académico feminista sustentado a su vez actualmente por instituciones «filantrópicas» como la Fundación Ford y la Fundación Rockefeller, así como por organismos internacionales como el BID, la ONU, el Banco Mundial, entre otros.
El modelo, sin embargo, ha sido fuertemente criticado intelectualmente en base a varios puntos:
- Se basa en la ideología, no en conocimiento científico.
- Es un enfoque polarizador que perpetúa una atmósfera de odio de género.
- Elimina la capacidad de atender a situaciones de violencia doméstica en las que el agresor es la mujer.
- Se centra en culpar y humillar al varón en lugar de buscar una solución al problema, e ignora el efecto de las adicciones ( Drogas, Alcohol, etc. ) así como las psicopatías del agresor.
Recorramos punto por punto estas objeciones:
1. Se basa en la ideología, no en conocimiento científico.
Las constantes fallas y sesgos en los estudios sociológicos y cifras citadas por feministas tienen asiento en la visión epistemológica dominante en las universidades de ciencias sociales, que supedita la veracidad del conocimiento a su utilidad para el logro de fines, generalmente políticos, bajo la égida de la «justicia social».
2. Es un enfoque polarizador que perpetúa una atmósfera de odio de género.
El modelo incluye instancias de «formación» en las que ( generalmente una ex-victima de violencia doméstica), adoctrinada y radicalizada para responsabilizar de su sufrimiento a todo el género masculino busca transmitir este condicionamiento a quienes reciben la formación.
3. Elimina la capacidad de atender situaciones de violencia doméstica en la que el agresor es la mujer.
En EEUU, el 36% de las víctimas de violencia doméstica son varones. Es decir, más de 1 de cada 3 incidentes de violencia doméstica tienen como víctima a un hombre. Y sin embargo, este modelo de atención a la violencia doméstica supone que estas víctimas no existen.
4. Se centra en culpar y humillar al varón
El modelo cae en la falacia lógica de la causa única, asume que el origen de la violencia es siempre el mismo.
Fracasa al intentar probar el origen monocausal, recurriendo a todo tipo de falacias argumentativas para justificar su afirmación ideológicamente motivada de que es el deseo de posesión de la mujer por el hombre (el deseo sexual del hombre) la causa de la violencia.
Como simplifica las causas de la problemática a una sola, le propone para todos los casos de violencia doméstica una sola solución que se basa en la humillación simbólica, social y sexual del varón con el objetivo de «betalizar», es decir, de reducirlo a la sumisión psico-sexual.
En Uruguay y España por presentar dos casos donde hace más de una década se viene aplicando este modelo, no se ha reducido la incidencia de la violencia doméstica contra las mujeres a pesar de inversiones multimillonarias con este supuesto objetivo.