Tres años de prisión y una multa de 200.000 euros, hablamos de 217.000 dólares, fue la condena a Zakia Medkour por mantener a su novio como un ‘esclavo doméstico’.
La mujer, de 43 años de edad, había conocido a su ex novio Maxime Gaget en 2007 y tras siete meses de contacto se fueron a vivir juntos en el estudio de Medkour junto a sus dos hijos. Gaget sufrió el robo de documentos de identidad y tarjetas de crédito.
El tribunal escuchó atentamente las palabras de ambos contando como Gaget fue obligado a a ingerir esponjas y limpiador de ventanas. Además tuvo restringido acceso al baño y le cerraron todo tipo de acceso con el mundo exterior.
Medkour tenía a su pareja amenazada con acusarlo de pedofilia. Gaget finalmente publicó sus experiencias en el libro “Mi novia. Mi torturador”. Se estima que alrededor de 7.000 hombres presentas denuncias de violencia doméstica cada año en Francia.
La situación de los varones en este país europeo es preocupante. Además de la discriminación judicial feminista, se enfrentan a disposiciones legales netamente misándricas como la que prohíbe a los varones solicitar una prueba de paternidad para saber si son efectivamente padres de sus hijos.