Hoy se considera aceptable decir que la mujer es superior al hombre, mientras que si se hace la afirmación contraria todo el mundo quiere linchar a quien lo afirma.
A veces, alguien entra en el debate diciendo que el hombre es más fuerte o destacando otras características. Y empieza ese concurso absurdo de qué sexo es mejor.
Es cierto que el hombre tiene cualidades en las que supera a la mujer pero hablar de superioridad es una idiotez y una rivalidad absurda. La naturaleza otorga a cada sexo un papel, y para desarrollarlo le da ciertas capacidades. La naturaleza ideó que el hombre fuera el cazador y protector de la prole, de ahí sus cualidades. Decir que el hombre es superior por eso es como decir que la mujer es superior porque puede gestar su descendencia y darles el pecho para su supervivencia.
Es una competición absurda. No tenemos que competir. Somos un equipo. Sencillamente trabajar juntos para convivir y sacar a la familia adelante lo más satisfactoriamente posible.