Jerry Brown, gobernador de California, firmó una ley estableciendo que todos los trabajadores de la salud que se refieran a pacientes transexuales con el pronombre ‘equivocado’ se estarían enfrentando multas y hasta la posibilidad de pasar tiempo en la cárcel.
El objetivo es promover la protección de las personas transgénero y LGBT en los hospitales y centros de atención californianos, buscando luchar contra la discriminación y permitirles satisfacer necesidades como la utilización del baño, según su género preferido. Aunque el proyecto de ley original no establecía el procesamiento de personal médico, lo firmado habla de multas, prisión o ambos para aquellos que no respeten los “derechos civiles y protecciones LGBT”.
El Consejo Familiar de California mostró su descontento con esta ley, la cual criticaron desde su primera presentación al entender que es violatoria de la libertad de expresión. Greg Burt, integrante del Consejo, dejó la incógnita si el gobierno puede obligar a las personas a usar ciertos pronombres cuando hablan con otros. Las cartas están echadas y la polémica abierta.
FUENTE: Breitbart