Cada vez aparecen más casos de niños ‘trans’ que sufren efectos secundarios luego de realizarse una hormonización. La ideología de género comienza a dejar secuelas de por vida.
Mientras la ideología de género sigue con su política que el sexo biológico es un mero accesorio, siendo lo importante los sentimientos y percepciones, los niños comienzan a vivir normal nacer con un sexo biológico pero sentirse o identificarse con el opuesto. Con esta situación se inicia la hormonización y posteriormente el inicio de los efectos secundarios.
La disforia de género, siempre puesta bajo discusión, es ignorada por los padres ‘creyentes’ en la ideología de género y que permiten que menores, en muchos casos aún sin entrar en la educación primaria, se conviertan al sexo opuesto. Sorprende que los padres no piensen en la exposición a inyecciones hormonales que son expuestos sus hijos, sino en la fama y como juega el activismo LGBT.
Cáncer de mama, retraso de crecimiento, osteoporosis, enfermedades cardiovasculares y diabetes son algunos de los efectos secundarios a los que se exponen los niños que han sido expuestos a terapia hormonal y cuentan con disforia de género. Mientras la industria farmacéutica sigue apoyando el lobby LGTB para encontrar en la población trans, apoyada por la ideología de género, un nicho de dinero millonario.
FUENTE: Conapfam
