Mientras el feminismo sigue insistiendo en la discriminación laboral y la falta de incentivos, como factores que alejan a las mujeres de las carreras tecnológicas, la verdad radica en que las mujeres no eligen estas carreras y allí se basa la verdadera brecha a la que apunta el feminismo.
Otro aspecto a que se apunte a este sector, hablamos de la tecnología, es que resulta un rubro pujante con una alta demanda laboral y buenos salarios. Con esta situación, el feminismo no quiere perder la oportunidad y reclama que apenas 3 de 10 puestos en tecnología lo ocupan las mujeres.
Aunque las féminas no optan por este tipo de estudios, sí han venido reclamando puestos jerárquicos en empresas tecnológicas y marcado una discriminación por género al momento de la búsqueda de personal. Pocas mujeres se han transformado en modelos a seguir y esto genera una poca participación en el área tecnológica y, por ende, desincentiva y va retroalimentando una situación que parece pasar por algo para el feminismo.
FUENTE: Infobae