Helen Keller detrás del mito: Ultraizquierdista, abortista y defensora del asesinato de niños pobres con discapacidad

Cuando se nos menciona sobre la figura de Helen Keller, la presentan como la mujer ciega y sorda que en el siglo xx, logró superar las dificultades a pesar de su discapacidad (cabe aclarar que no es la única y que personas en el pasado y en la actualidad también lo hicieron).

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Lo que los medios no nos muestran es su otro lado, ese que muchos ignorábamos, y el que desarrollaremos a continuación.

Keller, provino de una familia adinerada, de clase alta, a la que por ello accedió a una privilegiada educación básica y superior, siempre con los apoyos que necesitaba.

Su padre Arthur H. Keller, fue propietario de esclavos, capitán en el ejército confederado luchando a favor de la supremacía blanca y afirmó hasta el final de su vida que los negros no eran personas.

Helen en su autobiografía comentaba que; Hay muchas cosas en la Biblia contra las cuales se revela cada instinto de mi ser, tanto que lamento la necesidad que me ha obligado a leerla de principio a fin. No creo que el conocimiento que he adquirido de su historia y fuentes me compense por los desagradables detalles que me han obligado a prestar atención. Por mi parte, deseo, junto con el Sr. Howells, que la literatura del pasado pueda ser purgada de todo lo que es feo y bárbaro en ella, aunque me opondría tanto como cualquiera a que se debiliten o falsifiquen estas grandes obras.

Entre 1908 y 1909 se unió al partido socialista estadounidense y fue reconocida por muchos de sus integrantes como una de las principales propagandistas de ese espacio.

Vio el sufragio femenino como un campo de batalla estratégico para llevar a cabo la lucha más amplia contra el capitalismo, destacándolo como una herramienta que conducirá al socialismo “y para mí el socialismo es la causa ideal” le explicó a un reportero del New York Times 

Se adhirió a la causa de la violenta sufragista Emmeline Pankhurst (que cometió actos terroristas como incendios y colocar bombas en lugares públicos y viviendas de políticos y quien impulsó la campaña de las plumas blancas, donde se les daba una como símbolo de cobardía y para avergonzarlos obligando a los hombres a combatir en la primera guerra mundial, no importando si eran niños, enfermos o ancianos, dejando a un millón de varones muertos).

El 11 de junio de 1916 en Chicago, para un discurso a las delegadas del Partido de la Mujer Nueva, tal como lo haría una feminista hoy en día mostró su misandria. Allí se expresó diciendo “La inferioridad de las mujeres es provocada por el hombre”, como generalmente lo hacen, culpar de todo al sexo masculino.

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En 1917 apoyó a la Unión Soviética, el primer estado totalitario moderno del mundo. Consideraba a Vladimir Lenin, el primer dictador comunista, como uno de los hombres más grandes de su tiempo. El mismo que creó el sistema de campos de concentración en el que se inspiró Hitler y continuó Stalin, y que además entre 1918 y 1920 durante lo que se conoció como el terror rojo asesinó más de un millón de personas por motivos políticos o religiosos.

Pero sus inclinaciones comunistas no fueron su mayor paso en falso. En 1915 escribió en favor de rechazar los procedimientos médicos que salvan la vida de los bebés con discapacidades mentales o deformidades físicas, afirmando que su vida no valdría la pena y que probablemente se convertirían en delincuentes

En una carta pública publicada en “The New Republic” el 18 de diciembre de 1915, Keller defendió el infanticidio provocado por el DR. Harry J. Haiselden (quien se negó a realizar una operación para corregir defectos físicos, que le salvaría la vida a un bebé de apellido Bollinger que nació con una parálisis severa, este sujeto admitió después que había dejado morir a otros bebés con discapacidad y en algunos casos había acelerado su muerte).

Ella rechazó la santidad de la vida, para otros

Gran parte de la discusión que suscitó el Dr. Haiselden cuando permitió que el bebé de Bollinger muriera se centra en la creencia en lo sagrado de la vida. Si muchos de los que se oponen al curso del médico se tomaran la molestia de analizar su idea de “vida”, creo que descubrirán que significa simplemente respirar. Seguramente deben admitir que tal existencia no vale la pena.

 Son las posibilidades de felicidad, inteligencia y poder las que dan a la vida su santidad, y están ausentes en el caso de una criatura pobre, deforme, paralizada, irreflexiva.

Justificó al médico diciendo que prestó un servicio a la sociedad así como al ser desesperado que salvará de una vida de miseria, el mundo ya está inundado de personas infelices y mentalmente enfermas que nunca deberían haber nacido.

Luego utilizó su estatus de celebridad para abogar por un jurado de médicos para determinar qué vidas de bebés valían la pena salvar y cuáles no.

Puede parecer incoherente que una persona sorda y ciega crea que otros niños con discapacidad son una carga para la sociedad que debe ser exterminada. Pero los humanos a menudo proyectan su propia vergüenza sobre los demás.

Amistades peligrosas:

Ella era una firme defensora de la eugenesia, el aborto y el control de la natalidad. Esto último desde un enfoque socialista lo justificaba diciendo que se daba porque los capitalistas querían que los trabajadores tuvieran familias numerosas para suministrar mano de obra barata a sus fábricas

Escribió sobre los innumerables hijos de los pobres: que se consumen como plantas de suelo arenoso y los que sobreviven traen al mundo un número aún mayor de niños deformados, enfermizos y débiles mentales.

¿Pero cuáles fueron sus influencias para pensar de esa forma tan retorcida? Hay 3 razones que podrían explicarlo:

1: el pensamiento discriminatorio de su padre, quien toda la vida fue un racista y como se dijo al principio un esclavista.

2: su amistad con Alexander Graham Bell, de quien ella fue alumna (científico famoso por inscribir como suyo el trabajo de otro patentando el teléfono, aunque su verdadero inventor fue el italiano Antonio Meucci, pero este no tenía el dinero suficiente para registrarla).

 Bell fue un miembro destacado del movimiento científico que defendía la eugenesia como forma de depurar y mejorar la raza humana y se le atribuye haber pedido la “erradicación de la raza sorda” y se le cita diciendo: La gente no comprende la condición mental de una persona que no puede hablar y que piensa con gestos. A veces se le ve como una especie de monstruosidad, que hay que mirar y evitar. Es decir afirmaba que eran una “variedad defectuosa de la raza humana” y concluía que padres con sordera congénita tenían más probabilidades de tener hijos sordos y sugería que las parejas en que ambos fueran sordos no deberían casarse

3: por su cálida amistad y correspondencia con la también socialista y fundadora de Planned Parenthood Margaret Sanger

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Keller no ahorró elogios en sus cartas hacia Sanger: La describió como la profeta y la mujer prometida del más alto bienestar físico y mental de la humanidad. Decía que poseía una hermosa personalidad y un alma verdadera y grande. La felicitó cuando fundó la IPPF en la India y calificaba a su trabajo con amorosa admiración y lo definía como un gran logro.

Recordemos que la misma Sanger era la que sostenía que el espíritu cristiano con base en la solidaridad y la protección al desvalido permitía que razas inferiores, discapacitadas, afrodescendientes, latinas se reproduzcan y obtengan beneficios de esta sociedad que estaba poniendo el eje en ayudar antes que en crecer.

Después de conocer estos siniestros rasgos de la personalidad de Keller, no sorprende que en la actualidad, agrupaciones feministas de mujeres con discapacidad (quienes se autoproclaman como feministas) sean proabortistas.

Entre ellas podemos encontrar al movimiento Violeta de mujeres con discapacidad visual, también a MOSFA (Movimiento de Sordas Feministas de Argentina) y a la Red por los “Derechos” de las Personas con Discapacidad (REDI). Esta última revela públicamente que es financiada por Onu Mujeres y se enorgullecen de trabajar conjuntamente con Casa FUSA, la filial de IPPF en Argentina.

Para finalizar, les recuerdo que el primer derecho de las personas con discapacidad es el derecho a la vida y comienza desde el vientre. Tenemos la misma dignidad humana que las demás personas y no nos dejemos adoctrinar ni llevar por héroes o heroínas de barro, las cuales con sus acciones y discursos dejan mucho que desear.

Fuentes:

https://isreview.org/issue/96/politics-helen-keller&prev=search&pto=aue

https://www.nationalreview.com/corner/promoting-infanticide-newsweek/&prev=search&pto=aue

https://www.nyu.edu/projects/sanger/articles/keller.php

https://afb.org/about-afb/history/helen-keller/letters/margaret-sanger&prev=search&pto=aue

https://thefederalist.com/2019/09/09/helen-keller-believed-eradicating-people-disabilities/

http://www.abortolegal.com.ar/panuelos-accesibles-porque-nosotras-tambien-abortamos/

https://movimientovioleta.wordpress.com/2018/06/14/y-de-repente-se-escucho-la-voz-de-la-marea-verde/

http://genero.redi.org.ar/redi-y-fusa-ac-lanzan-la-aplicacion-nuestra-decision/

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