La fotografa «Laura Aguilar» conocida por sus desnudos anti-gordofóbicos y su activismo fotográfico chicano, falleció recientemente a los 58 años de edad fruto de complicaciones de la diabetes.
Una disciplina neomarxista de «estudios gordos» está germinando en el ambiente universitario de Estados Unidos, generándose ya los primeros cursos en miras a convertirse en una carrera en sí misma, como lo son ya otras disciplinas de activismo neomarxista como «estudios femeninos» (Women studies) o «estudios de género», (Gender Studies).
La producción fotográfica de Aguilar se enmarcó en los trabajos de propaganda artística de la izquierda neomarxista, tanto enfocada a potenciar los esfuerzos de movilización política de personas con sobrepeso como de la comunidad «chicana».
Curiosamente uno de los axiomas de los académicos gordopositivos, es que el sobrepeso debería ser celebrado, como algo «natural y sano», siguiendo el modelo de «desproblematización» que siguió la homosexualidad en el siglo XX en la sociedad occidental. La diferencia en este caso es que las consecuencias negativas para la salud causadas por la obesidad tienen una base científica mucho más sólida.