Austria decidió el cierre de siete mezquitas, que generaría la expulsión de varios imanes que estaban financiados por fondos del gobierno turco. Esta situación fue marcada como una campaña contra el ‘Islam político’ señalaron desde Ankara, capital de Turquía.
Los sacerdotes musulmanes, pertenecientes a mezquitas radicales, tienen vínculos demostrados con organizaciones gubernamentales turcas y eso preocupó a la nación europea. El gobierno de coalición austríaco sospecha la contravención de la prohibición del financiamiento extranjero a cargos religiosos y ha llevado, a las autoridades de inmigración, la solicitud de varios imanes involucrados.
“Recién estamos empezando” comentó el vicecanciller Heinz-Christian Strache en una rueda de prensa realizada por la el cierre de las mezquitas y la expulsión de los imanes y sus familias. El gobierno austríaco se ha venido planteando una dura política contra la influencia turca en la comunidad islámica austriaca.