En una reciente entrevista (en inglés), Joseph Humire, experto internacional en geopolítica describe la red de desestabilización a través de flujos de «refugiados» y «migrantes» que Irán con el apoyo de la izquierda latinoamericana, China y Rusia, habría armado para desestabilizar la región y atacar la posición estratégica de su rival norteamericano.
«La situación en Venezuela está directamente conectada con la situación en Siria. (…) El conflicto en Siria está caracterizado por la presencia de un enorme flujo de refugiados ( más de 10 millones anuales ) y la presencia de grupos islamistas como Daesh y Hezbollah, controlados principalmente por Irán y Rusia. Esa definición ahora describe perfectamente lo que pasa en Venezuela.
Lo que encontramos en nuestra investigación es que esa similitud no es por coincidencia. Hay una razón por la cual el vicepresidente de Venezuela es un caballero llamado Tareck El Aissami, para nada un nombre típicamente venezolano. Es un nombre Sirio-Libanés, porque si mirás las redes que sea han ido desarrollando por más de 50 años, para promover la generación de conflictos en latinoamérica con el objetivo principal de debilitar a Estados Unidos, forzándolo a intervenir en la región. Aprendieron la lección con Vietnam, con Iraq, si arrastran a Estados Unidos a guerras proxi, logran distraerlo y delegitimarlo.
En Estados Unidos ya se está escuchando el murmullo de involucrarse en Venezuela, de proveer programas humanitarios, pero lo que no entienden es que es una trampa. Es caminar hacia una emboscada.
Esta emboscada probablemente tomará lugar con alguna acción de carácter militar en Venezuela. El país ya es una zona de conflicto. El ejército ya se encuentra indignado con la situación y es cuestión de tiempo que reaccione de alguna manera. El régimen va a provocar, a incitar esta acción, generándose una guerra civil de la misma forma que ocurrió en Siria y allí veremos los números de refugiados y migrantes venezolanos multiplicarse por cinco.
Cuando estos refugiados salen de Venezuela, ya existen rutas clandestinas, «lineas de ratas» se le llama en la comunidad de inteligencia, que se utilizarán para desestabilizar el resto de latinoamérica. Bolivia, Nicaragua, que son dos países que tienen vinculos con Venezuela, también están diseñados para generar este tipo de crisis. Van a hacer un remake de los conflictos que tenemos en medio oriente, pero trayéndolos al patio trasero de Estados Unidos.
Yo paso mucho tiempo en Latinoamérica, viajo bastante por la región y no están listos para esto. Las leyes no están listas, las autoridades no están listas, no entienden esta amenaza.
Hay algunas buenas noticias sin embargo. La administración Trump está empezando a entender el problema y están actuando sobre esto, pero están corriendo de atrás. Tienen que enfrentarse a 30 años de malas políticas y están intentando solucionarlo en 6 meses y es mucho trabajo».